Page 610 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
                                                                      Conclusión de la rebelión
            piadosamente se le habia asignado. Pretendió los mayores honores, aun para las
            cenizas de su traidor hermano, y afectando otros visos de autoridad y mando,
            vivia en Tungasuca de un modo nada conforme á sus delitos, ni a la sumisión y
            humilde reconocimiento con que debia estar por haberselos perdonado: y re-
            doblando por estos motivos el comandante, D. Gabriel de Aviles, sus celosas
            atenciones, dió parte ultimamente del suceso que sobrevino en 30 de Enero de
            este año en Marcapata; y aunque no ha tenido resultas, se ha acreditado con las
            amenazas hechas á los mestizos y otras castas, el peligro en que todas podian
            verse, si oportunamente no se precave, tomando las providencias que conven-
            gan, para arrancar la raiz de tan pernicioso influjo, como lo solicitan los mismos
            caciques, que fieles han clamado por lo prision de estas cabezas, conociendo las
            contingencias á que podrian esponer en lo sucesivo, la incauta credulidad de sus
            indios, y la subordinacion en que hasta ahora los mantienen. Por estos motivos,
            considerando los riesgos y perjuicios que los moradores y vecinos de todas cla-
            ses y castas del reino podrian esperimentar, si mas adelante hicieran á los indios
            la impresion, que felizmente no han logrado hasta ahora, tan perjudiciales su-
            gestiones; y atendiendo á asegurar á todos la tranquilidad de sus casas, el giro
            de su comercio, el trabajo de sus minas, cultivo de sus haciendas, y la felicidad
            que es consiguiente á la paz, quietud y fiel subordinacion á nuestro Soberano,
            y legítimo Señor y dueño: mirando tambien por los mismos indios, para que
            seducidos con tan fanáticas pretensiones, no se priven por una inconsiderada
            reincidencia de los alivios que ya gozan, ni de las seguridades que les afianza el
            perdon, se determinó asegurar las personas de Diego Cristoval, sus sobrinos y
            otros de su familia, para disponer despues lo que convenga de todas ellas: y de
            acuerdo con el Señor Visitador General del reino, precediendo también el de
            esta Real Audiencia, se tomaron las precauciones y providencias que parecie-
            ron oportunas. Y habiendose tenido la gustosa noticia de quedar verificadas
            dichas prisiones, sin la menor resistencia, alteracion, ni desgracia, por el celo,
            prudencia y talento con que las determinó el comandante D. Gabriel de Aviles,
            y egecutó el corregidor de Quispicanchi, D. Raimundo Necochea, ha parecido
            justo que esta importante noticia se publique en todo el reino, para consuelo
            de los fieles vasallos del Rey Nuestro Señor, y ejemplar, que contenga á los que
            pudieran estar seducidos de esta familia.
                    Y para que así se verifique, y al mismo tiempo se ratifique á todos, y los
            indios entiendan que esta disposicion, fundada en tantas sospechas y motivos,
            posteriores al indulto, en nada altera su inviolable seguridad, siempre que



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