Page 508 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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     CARTA DEL SOR. INSPECTOR ESCRITA AL EXMO. SOR.
                 VIRREY DEL PERU EXPONIENDOLE LOS FAVORABLES
                 SUCESOS QUE CON SU PRUDENCIA Y BUEN MODO HA
              CONSEGUIDO CON LOS YNDIOS QUE SE VAN PACIFICANDO,
                           Y LAS DEMOSTRACIONES DE JUBILO
                                 QUE ESTOS LE SIGNIFICAN
                   Exmo. Sor.
                   En carta de 7 del que sigue por la que avisé a V. Exa. mi arrivo a este
            campo notificandole las demostraciones de jubilo con que fue recibido por los
            vecinos del inmediato pueblo de Carabuco y de los demas que concurrieron los
            dias siguientes, unos a dar la obediencia a su Magestad y otros a ratificarla; dixe
            tambien a V. E. que Dn. Mariano Ybañez, Capitan del Regimiento de Saboya,
            Comandante del Quartel de Achacache que dista de este campo 8 leguas, me
            havia ofrecido que vendria a comunicarme a boca muchos asuntos interesantes
            a mi conocimiento y haviendolo efectuado a tiempo que halló este terreno lleno
            de musica bayles, y de muchos regocijos con que celebraban los yndios de todo
            este contorno el Perdon que en nombre de su Magestad les havia concedido; la
            afabilidad con que los trataba; y que llegaron a la misma sazon los rebeldisimos
            pueblos de Timusi y Ancoraymes con las mismas expresadas demostraciones; y
            tambien que vió entrar en este campo 16 piaras de viscocho y viveres que havian
            transitado desde Vilques Chiquito hasta aquí sin la escolta de un soldado, paises
            que hicieron una obstinada defensa a las tropas de Buenos Ayres del mando de
            Dn. Sebastian de Segurola; admirandose el expresado Capitan, y todos los que
            le acompañaban, me dixeron contextes; Que si no presenciasen tan favorables
            progresos, jamas los creerian aunque los entendiesen por personas las mas dig-
            nas de credito; que respiraban, y daban a Dios mil gracias por el beneficio que
            les havia concebido de la inmediacion de esta coluna, como lo havian pedido





