Page 430 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
                                                                      Conclusión de la rebelión

                                   OTRA SOBRE EL MISMO ASUNTO.

                    Estimado amigo.— Despues de haber escrito a Vmd. con fecha de 2 del
            mismo mes, hemos sabido que nuestro Comandante Segurola, a consecuencia
            del perdon librado por ese Sor. Virrey a favor de los indios, le ha concedido in-
            dulto a uno de los hijos del traidor Josef Gabriel Tupac Amaru, nombrado Ma-
            riano. Este insolente es el mismo que asoló el pueblo de Zorata con muerte de
            mas de 600 españoles. Este mismo es el que saqueo aquel infeliz pueblo dejan-
            do desnudas a cuantas mujeres habia en él, éste mismo es el que dió el arbitrio
            de estancar las aguas de este rio, en las alturas de esta ciudad, y destrozar con
            ellas la ciudad, como de facto consiguió que éstos diabólicos arbitrios la des-
            truccion de sus puentes y de muchas casas, que sin traher a consideración de
            almas que perecieron los daños causados por las aguas estancadas ascienden a
            la suma de mas de 200.000 pesos. Si estas maldades no se castigan no se cuales
            deben ser castigadas. Los indios quedan en la creencia que nuestro es un in-
            truso. Esto es lo mismo que dejar una mina para los Tupac Amaru son legiti-
            mos soberanos de este Reyno, y que el venida para que haga su efecto cuando
            a los indios les venga cuenta. Bien se conoce que el Sor Virrey esta distante
            del conocimiento de los indios. Se conoce igualmente lo distante que está de
            la Sierra y de nuestros padecimientos despues que todos nosotros quedamos
            destruídos. Los muertos solo en este obispado pasan de 12.000 españoles a
            manos de esos rebeldes; como la hambre otros tantos; arruinada esta infeliz
            ciudad en sus tres partes que no es capaz que vuelva a su antiguo esplendor en
            un siglo; y salir ahora con perdones, es lo mismo que quererlo perder al Rey
            este Reyno del Perú; y esto es en circunstancias de estar nuestras tropas en es-
            tado y paraje de obrar. Yo no entiendo las cosas de nuestro gobierno español;
            y hemos llegado al estado de que la Nacion mas baja del mundo nos de la ley.
                    Después de todos estos perdones nuestras haciendas de Yungas se
            mantienen en poder de los indios rebeldes, los cuales no quieren entregar en
            ninguna proposición de paces y perdones, y siguen matando españoles. Dios
            lo remedia todo como puede. Paz 3 de enero de 1782.— Juan Bausta Zavala.—


                                     OTRA SOBRE DICHO ASUNTO

                    Paisano de toda mi estimación.— Sigue la rebelión con mayor tenaci-
            dad, particularmente en la provincia de Chucuito y en la de Chulumaní. La



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