Page 432 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
                                                                      Conclusión de la rebelión
            campaña pudieron haber dado fin con sus rebeldes, cuya diligencia por varias
            consideraciones no la practicaron persuadidos que darian fin luego que logra-
            sen sus intereses particulares. Esta cuenta les ha salido errada a los romanos
            del siglo. Al principio si los señores Virreyes despachan dos regimientos a las
            provincias de Tinta y Chayanta, y hacen ahorcar en cada provincia mil indios;
            ya estuviera olvidada la rebelión; pero habiendo incurrido en esta falta, ambos
            gobiernos, en el dia nos hallamos peor que a sus principios. Nuestras hacien-
            das quedan destruidas, los mas españoles que habia en la Sierra han muerto;
            los que han quedado con la bida, quedan sin poderse mantener en esta ciudad,
            por que no habiendo entrada de coca de los Yungas que es lo que ha dado el
            ser a la Paz, faltando ésta, es preciso que se vaya despoblando la ciudad, como
            tambien el comercio. De nada de esto se hacen cargo los que gobiernan, y
            solo dirigen sus operaciones a sus ascensos y intereses particulares. Al Rey
            informan lo que quieren, y no lo que deben como verdaderos españoles, cuya
            nación no se puede dudar que en algun tiempo fue mirada con admiración
            por su valor y amor al mejor servicio de ambas Majestades. En el dia se ha
            envilecido por que el honor que tanto apreciaban lo han abandonado y en su
            lugar han subrogado el robo y la adulación.
                    Nuestro Comandante es el unico que puede decirse tiene amor al ser-
            vicio de nuestro Soberano, y al bienestar del Estado. Este Oficial viendo que
            los Comandantes auxiliares, solo miraban a sus particulares intereses, pues
            solo venian a vender los generos de su Comercio, y regresar otra vez a la Villa
            de Cochabamba sin disparar un fusil, y solo si a enriquecerse ellos, arruinar
            nuestras haciendas y gastarle mucha plata al Rey, dispuso formar un pequeño
            Exercito cuyo numero en el dia apenas llega a mil españoles. Mediante esta
            acertada disposición, nos vemos libres del tercer cerco; al mismo tiempo va
            castigando a los Rebeldes a quienes ha muerto estos dias mas de 200 de ellos,
            ahorcado a muchos, y quitandoles al mismo tiempo sobre 500, mulas; 3000,
            ovejas; 200, Vacas; 300 carneros de la tierra y otras muchas comidas. Con este
            exemplar va entregando los mismos indios a sus Capitanes en el pueblo de
            Achacache Provincia de Omasuyos; que es quanto de presente ocurre.— Paz
            15 de Enero de 1782.



            (P.L.R.C. NY., Paz, Tomo II)





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