Page 414 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
P. 414
Volumen 4
Conclusión de la rebelión
pero en todo caso criollos. Se executó como lo pidió, y en este intervalo un
Chuquiguanca con insignia de Sargento Mayor que se hallaba a corta distan-
cia del rebelde, reparó éste que le miraba a dicho Chuquihuanca con ojos ai-
rados, y levantando la voz le dijo: con esos ojos no se me mira a mi, pues no
tiene motivo para ello, respecto que yo nunca lo he ofendido y aun conocido;
y si tiene algun sentimiento sabré darle satisfacción. También cortó esto el
Comandante con su buen modo; y al mismo tiempo salió defendiendo a su
hermano el Clerigo Chuquihuanca, que se hallaba presente satisfaciendo al
rebelde que tampoco lo habia conocido, y que asi no habia motivo de senti-
miento no obstante haber quedado arruinados los Chuquihuancas a lo que
respondió el rebelde: Que lo que habia hecho su hermano y otros, no tenia que
dar cuenta ni hallarse en responsabilidad, respondiendo a todo con bastante
enfado. Ultimamente se hizo el papel y se firmó por el Comandante, el, rebel-
de y demas oficiales. Su contenido es, que habiendo concurrido en este campo
el Comandante Arias con sus oficiales y Diego Christobal Tupac Amaru, en
virtud del indulto general, prometia uno y otro no permitir se hiciese daño a
indios y españoles, y que girasen unos y otros libremente en sus comercios;
y que cualesquiera individuos que contraviniesen este pacto o tregua, serian
castigados gravemente, y demas condiciones conducentes, todas a la mejor
armonía y sociedad; y que de todo esto y de lo antecedente se diese parte y con
prontitud al Sor Inspector.
Firmado el papel, prometió el rebelde auxiliar la tropa con carne den-
tro de dos dias, con cargo que en el intervalo no se le matasen las pocas vaqui-
llas lecheras de los indios de este pueblo. Finalizado el parlamento a las 5 de
la tarde con vivas el Rey, y salva de ambos campamentos con seis cañones, en-
tregó el rebelde a un español Oblitas que era su amanuense, y al Padre Bolito
haciendo publico el delito de éste a quien habia tenido cautivo para entregarlo
en el Cuzco a fin de que lo castigasen sus prelados, por haber con los indios de
su doctrina quitado la vida a otro indio, y molido a palos a otro indio, y por
esto repugnaba dejarlo en poder del Comandante. Tambien por peticion del
Capitan don Vicente Noriega dejó a un mulatillo hijo de don Carlos Bedestan
que traia de granadero, y cautivó Mariano, sobrino de Diego, de Sorata. Al
despedirse volvió a instar se retirase nuestra columna y enarboladas sus ban-
deras se retiró para su acampamento.
La tropa que se ha dejado ver al bando del rebelde será de 3 a 4 mil
hombres respecto de que el Capitán Noriega, cuando fue a llevar los reos
413