Page 375 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                    Y por fin, todo el negocio consiste, en que te portes con todo juicio,
            pulso y la mas viva eficacia, que confio de tu buen genio, sabrás dirigirte y
            gobernarte bien y á satisfaccion, de modo que las cosas queden firmes, y se
            suspendan las controversias por una y otra parte, no habiendo algun dolo,
            fraude ó mala fé. Por lo que mira á Lucas Baca Tupa, y el castigo que me sig-
            nifica quieres darle, desde luego lo podrás efectuar: pero es muy necesario y
            preciso, que antes de efectuado, se averigüe muy bien la realidad de la traicion
            que haya hecho, si fué por su voluntad y si tuvo culpa, en caso de tener delito
            bastante, desde luego que se castigue; pero si no tuvo bastante culpa, no es
            dable hacer cualquier castigo; pues no seria de razon que se le aplicase la pena,
            sin tener evidente culpa, y sobre todo se le debe oir y así se deben averiguar
            muy bien las cosas, como lo manda Dios; y jamas mi ánimo y voluntad es cas-
            tigar la inocencia, sino á los traidores realmente, y que tengan delito bastante:
            y sobre todo se atenderá á lo que espusiese Juan de Dios Mullupuraca, que
            como hombre timorato a Dios y buen cristiano, dirá lo que siente, sin gravar
            su conciencia, de que estoy muy satisfecho. Por lo que, se oirá á las dos partes
            sus razones y excepciones; y si se te ofrece algua duda entre el castigar ó no
            castigar, me lo comunicarás, o despacharás al mismo Chuquiguanca ó á Baco
            Tupa, con las razones y motivos que me espondrán, para que yo con vista de
            todo, pueda dar la providencia que sea de justicia, á que no se debe faltar.
                    En este estado recibo otra carta tuya, en que me comunicas las paces
            que habias celebrado ya por muchas instancias de los españoles, que no te
            dieron lugar para esperar mi órden. Desde luego que doy por bien, una vez
            que ya se hayan hecho antes de recibir mi carta que escribo al Comandante
            D. José Reseguin, proseguirás con arreglo á los capítulos de su contenido, sin
            discrepar ni apartarse de lo que instruyo, y cerrada dicha carta con la copia de
            un informe, (que no es necesario te detengas en leerlo) le despacharás pron-
            tamente al dicho Reseguin, á quien le advierto no pase ni prosiga adelante, ni
            tiene á que, una vez que hay paces. Y en esta inteligencia, si algunos españoles
            se viniesen á la provincia de Larecaja ú otras partes, bien lo pueden hacer,
            sin que se les haga el menor perjuicio, ni el menos leve agravio, y antes favo-
            recerlos en cuanto sea posible: y lo propio egecutará D. Julian y demas gefes
            que tenemos, con quienes siempre tratarás y consultarás muy bien cuanto te
            paresca conveniente, participando todo cuanto se obrase; y las dudas que se
            te puedan ofrecer, para que te den los arbitrios convenientes. Yo bien qui-
            siera dar un salto á esos lugares, para tratar estos asuntos con presencia de



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