Page 364 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
han podido haver a las manos las tropas españolas, no por esto se me debe
imputar delito alguno, pues qualquiera lance o efugios que yo les haya hecho,
solo ha sido por conservar mi vida y la de mi Familia, que es muy amable, y
todos nos hallamos obligados a mantenerla como fieles custodios.
Por lo que V.S.Y. en manera alguna puede decir que yo olvidado de la
profesion Christiana fomenté excesos abominables contra la Fé y Religion y
contra nuestro muy Augusto Monarca, a cuyos Pies soberanos me hallo su-
mamente rendido como su mas infimo vasallo. Y para conseguir los efectos
benignos que el indulto general nos franquea, mediante la intervencion pode-
rosa de V.S.I. suplico con todo mi rendimiento se digne V.S.Y. como nuestro
Padre benigno y amoroso Prelado de poner todos los medios necesarios a fin
de que no se use ninguna traycion contra mi, ni los Naturales, y que se cumpla
enteramente la Palabra de nuestro amantisimo Rey y Señor quien empeña y
con la que se realza y autoriza el Perdon que libre y francamente se nos ofrece;
afianzando a V.S.Y. como Sacerdote del Altísimo nuestras vidas, sin que a es-
tas se les pongan acechanzas, prometiendo de mi parte toda fidelidad, con la
que demostraré en lo subcesivo con el Santo temor de Dios que mantengo la
profesion a nuestra Religion Católica la ciega obediencia y vasallage a nuestro
Rey y Sor Dn. Carlos tercero que Dios guarde por felices y prosperos años,
siendo yo mismo en caso preciso el Instrumento de la Paz y cerenidad a que
aspiramos, aquietando los ánimos conturbados de los Naturales, y reducien-
dolos a que desde hoy en adelante vivan reducidos a los limites prescriptos
por la recta razon prestando toda obediencia y subordinacion a nuestro Rey
y Señor, y al bien publico, sacrificando aun nuestra vida, y la de mi Familia si
necesaria sea para que de este modo, reducida la Republica de los españoles,
los indios abracemos todos la perfecta obediencia de la Divina Ley, y libres
de toda mancha podamos ser como dice el Apostol un cuerpo y una Alma
en su Iglesia Militante, como igualmente llamados por su misericordia a la
Triunfante. En cuyos terminos para lograr tanta dicha, y el irnos a acoger con
la mayor brevedad del amparo piadoso de nuestro Rey y Sor. solo espero la
benigna respuesta de V.S. Itma.
Por lo que mira a los señores de esta diocesis se pueden regresar a sus
beneficios seguros de cualquiera temor; digo de mi parte no hay novedad al-
guna, y que bien pueden hacerlo en cualquier tiempo a excepción de algunos
comprendidos en la minuta adjunta, a quienes los mismos indios y feligreses
de sus pueblos los recusan, y no las quieren admitir en manera alguna, sin
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