Page 142 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
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            le cortaron la lengua, y lo ligaron fuertemente de manos y pies a qua-
            tro Cavallos montados, con cuyo movimiento a distintas partes aunque se
            descoyuntó bastante, no pudo desmembrarse como se habia mandado por
            la Sentencia, no siendo los Caballos tan robustos y ligeros como debian ser
            para la operacion. El Sr. Visitador mandó le quitase la cabeza el Verdugo
            para despenarlo; y arrestó al Corregidor de la Ciudad, y a un Oficial por la
            mala disposicion que tuvieron en prevenirlos. Así acabó sus dias el infeliz
            Tupac Amaro despues que se consideró por espacio de mas de cinco meses
            Monarca del Peru. Su cabeza fue colgada en la horca, donde estuvieron
            pendientes los demas ocho Cadaveres, que a las horas acostumbradas ba-
            jaron los Berdugos, y los desquartizaron: como tambien se hizo con el de
            Tupac Amaro. Este y el de su Muger fueron llevados destrozados al sitio de
            Piccho en que sentaron su real quando vinieron a inbadir la Ciudad: allí
            los pasaron por el fuego, y la cabeza se ha embiado a colgar en el pueblo de
            Tinta, debiendose repartir a distintas partes los brazos y piernas. El hijo
            menor del Rebelde nombrado Fernando de edad de 10 años y 6 meses,
            fue reservado de la pena Capital por su invecilidad, y se le condenó por la
            Sentencia a un Presidio de Africa por toda su vida, y a que presenciase el
            espectaculo sangriento de sus Padres y demas ajusticiados que vio al pie de
            la horca resguardado de quatro Granaderos, y una cadena al pie.
                    En el mismo dia de la execucion de esta indispensable justicia acre-
            ditó su caritativo corazon el Sr. Visitador, pues pasó muy temprano a la
            Iglesia Catedral, y haviendose confesado y comulgado, repartio muchas
            Misas en sufragio de los que habian de padecer el ultimo suplicio: las oyó
            todas de rodillas sin admitir el ceremonial correspondiente a su autoriza-
            do Ministerio. Su celo al Real Servicio le precisó a que estando entendien-
            do en las Confesiones a los Reyes y sabiendo que el Sr. Ynspector (quien
            va practicando los diligencias en orden a la reconquista de los Pueblos, y
            Provincias sublevadas) regresó al Pueblo de Oropesa quatro leguas distan-
            te de esta Ciudad, se puso en camino para él a las cinco de la tarde a tratar
            de los Planes que se habian de tomar bolviendose a la una de la noche de
            aquel mismo dia, porque igualmente le llamaban la atencion el cuidado de
            los Reos.
                    Sin embargo de las prisiones y muertes de estos insurgentes, se
            mantienen inquietos los Yndios en algunos Pueblos altos. En el de Langui
            fue derrotado Diego Tupac Amaro por la Coluna de Paruro; y despues de



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