Page 406 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
y noviembre veinte y dos de setecientos ochenta.— Don José Gabriel Tupa
Amaro Inca.—
(Al margen: Oficio de la Junta)
Ilustrísimo Señor. Se ha recibido en esta Junta el oficio de Vuestra Se-
ñoría Ilustrísima de esta fecha, a que acompaña la declaración del Cura de
Pampamarca, Doctor Don Antonio López de Sosa, y cuatro de las cinco·car-
tas, que el rebelde escribió a los curas de la Provincia de Chumbivilcas, a cu-
yos documentos se les dará el uso que mas convenga, como igualmente al
testimonio de la carta del Cura de Quiquijana y auto que incluye el mismo
rebelde, que Vuestra Señoría Ilustrísima entregó anoche al Señor Don Joa-
quín Valcárcel y se devuelve original. Nuestro Señor guarde a Vuestra Señoría
Ilustrísima muchos años. Real Junta de Guerra y noviembre veinte y nueve
de mil setecientos ochenta.— Fernando Inclán y Valdes.— Sebastián José de
Ocampo.— Campero.— Miguel Torrejón.— Ilustrísimo Señor Doctor Don
Juan Manuel Moscoso y Peralta.—
(Al margen: Oficio de la Junta)
Siendo mi mayor cuidado impartir a Usía todas las noticias que reputo
útiles y convenientes, para formar idea de los movimientos perniciosos del
rebelde Tupa Amaro, paso a sus manos la que me escribe el Cura de Accha,
con fecha de veinte y siete del que expira: Por ella verá Usía el giro que dicen
ha tomado el Corregidor de Chumbivilcas y las miras del sublevado, la afecta-
ción de piedad que muestra en los pueblos con el arbitrio de precisar a que se
descubra el señor sacramentado con luces encendidas; y recelando el mencio-
nado Cura, intente practicar lo mismo en su iglesia, consulta si accederá a ello,
para evitar los daños que le podrían resultar en su repulsa, como a público
excomulgado. Y siendo el asunto de la mayor gravedad, solicito el dictamen
de Usía, para prevenirle lo que deba practicar si llega este caso, interviniendo
dos extremos igualmente peligrosos o el de la profanación del sagrado, si se le
permite el que se exponga el Señor, con que se hará ilusoria la anatema; y por
el opuesto se debe presumir el riesgo inminente, a que deja expuesta su vida si
le resiste. Espero me comunique lo que le ocurra. Nuestro Señor guarde a Usía
muchos años. Cuzco y noviembre veinte y nueve de mil setecientos ochenta.—
Juan Manuel Obispo del Cuzco.— Señores de la Junta de Guerra.—
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