Page 405 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            de tanto poderío, ya no es posible persuación, sino ejecución y no siguiéndo-
            se de este modo, creo se contamine, lo que Dios no permita, pues es tanta la
            gente y mangadas de indios que van viniendo de estos pueblos vecinos, como
            es toda la provincia de Paruro, Paucartambo con sus pueblos y éstos según
            el rumor de voces, se les tiene mandado de que no se muevan de este pueblo
            hasta su aviso y orden, sin determinar sus designios tan depravados; y así se
            halla en una expectativa, solo si y alertos a cualesquier órdenes de improviso,
            que les pueda subvenir. Se dice Señor, que el rebelde no se halla en su lugar
            de Tungasuca y que fue para la Provincia de Chumbivilcas a darle su avance
            al Corregidor con noticia que tuvo, de que se hizo de bastante oposición y
            otros de que tiró para Caylloma, también al mismo destino de destruir a un
            Cacique, con que asi, se vaguean de noticias, sin que de nadie pueda fijar, para
            impartir a Vuestra Señoría Ilustrísima, por conocer que todos se cautelan de
            mi y de este modo carezco así de noticias, como de gente de satisfacción para
            lo que pueda ocurrir; y así ahora solo por la casualidad de haber un mozo
            español del pueblo de Oropesa, logro la oportunidad de escribir a mi señor,
            enviando la copia del auto que envió por incidencia de la excomunión, el que
            va según se relata en su original. Es lo que puedo aseverar a Vuestra Señoría
            Ilustrísima en la ocasión presente de todo lo acaecido. Dios Nuestro Señor
            guarde la importante vida de Vuestra Señoría Ilustrísima, lo que he menester
            por muchos años. Quiquijana noviembre veinte y seis de setecientos ochen-
            ta.— Besa la venerable mano de Vuestra Señoría Ilustrísima, su muy humilde
            y rendido siervo Capellán.— José Melquiades Fernández de Córdova.—

                    (Al margen: Auto del rebelde)
                    Don José Gabriel Tupa Amaro, Indio de la sangre real y tronco prin-
            cipal. Hago saber, que habiendo llegado a mi noticia, de que el Cura Teniente
            de la Doctrina de Quiquijana, ha promulgado la voz, de que todos los que
            coadyuvasen o se reuniesen a mí, incurren en excomunión: digo, que no in-
            terviniendo en asunto contra Dios y religión, la que venero sobre mi cabeza,
            sino solo a fin de obviar la mala versación y corruptela, con que han procedido
            hasta hoy, todos los corregidores, atribuyendo a privilegios conseguidos por
            el Rey, sus exhortaciones deberán entender que mi ánimo solo se dirige a ex-
            terminar este abuso y mirar por el bien público. Por tanto a todos los vecinos
            de dicho pueblo, prevengo y encargo que para obviar en adelante cualesquier
            estrago se sujeten a este mi auto. Que es fecho en este pueblo de Tungasuca



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