Page 220 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
de Diciembre de 1780.- Besan las manos de Vuestra Merced sus más rendidos
servidores y súbditos.- Marcos Reynoso Yáñez, Juan de Dios de la Borda.
§
Mi Señora Doña Micaela Bastidas.- Muy Señora mía y de todo mi
respeto.-Habiendo vuelto de Sangarara, me hallé con la noticia de que los de
Paruro, Accha y Pilpinto, y de otras provincias se han juntado ya, a pasar al
pueblo de Acos, Acomayo y demás pueblos para darnos avance; de que nos
hallamos perplejos y turbados por lo que doy noticia a Vuestra Merced para
que prevenga bastante gente que venga por Livitaca a cogerlos por detrás, y
nosotros por delante como es por Cospa, para que tengamos lugar de pasar el
río adonde no puedan avanzar, o Vuestra Merced en su respuesta me avisará
su determinación para el día fijo que salgamos a la otra Banda; pues nosotros
estamos ya en el río aguardando, hasta esperar a los que vengan de atrás para
que a un tiempo los avancemos.
También doy noticia a Vuestra Merced que en estos pueblos no hay
una escopeta; y así mande Vuestra Merced, como cosa de cien soldados con
las escopetas y munición que vengan por acá, y entonces sabremos el día fijo
de nuestro avance; y que venga un Capitán que sea de hígado racional para
gobernar a estos pueblos de Acomayo, porque son peores que bestias herra-
das; por lo que esperamos toda prevención, y que no se descuide Vuestra Mer-
ced, ni permita que haya alguna ruina; y a Dios, a quien pido la guarde viva
por muchos años.- Acomayo, Diciembre 15 de 1780.-Besa la mano de Vuestra
Merced su amante criado.- Marcos de la Torre.
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Mi Señora Gobernadora Doña Micaela Bastidas.- Muy Señora mía y
toda mi mayor veneración y respeto. Doy noticia a Vuestra Merced cómo me
hallo solo sin ninguna persona a nuestro favor; yo sé que nos esperan con
bastantes soldados en Pilpinto, y aquí tenemos muy pocos y todos en contra,
y hallarnos con ninguna prevención de avíos de comer, y no hay quien dé esta
providencia y en Acomayo dan los Caciques y los Alcaldes bastantemente de
comer; y todos van a favor del partido de la otra banda; y así mi Señora vea so-
bre este asunto el mejor que le pareciere, que yo he puesto bastantemente todo
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