Page 203 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
             Diciembre 9 de 1780.- Besa la mano de Vuestra Merced su más afecto y seguro
             servidor.- (Pedro) Venero.
                    Remito un tercio de sebo partido en dos.


                                                 §


                    Señora Doña Micaela Bastidas.- Muy Señora mía de todo mi respe-
             to.- Participo a Vuestra Merced, como mediante sus favores con mi Lector,
             su compañero y yo, llegamos al pueblo de Langui sin novedad. Y hoy muy
             vergonzoso escribo ésta, despachando la una bestia que me hizo su cariño el
             favor de emprestarme; y la otra no va, porque ha servido para que pasen ade-
             lante; incontinenti no las despaché porque el indio que Vuestra Merced nos
             dió, se revolvió del pueblo de Yanaoca. Las misas (encargo de Vuestra Merced)
             se dijeron con solemnidad en la iglesia de Langui.
                    Anoticio a Vuestra Merced para que no tenga cuidado como el do-
             mingo, después de misa, caminó Don Diego Túpac Amaru con un sinnúmero
             de gentes para la otra provincia; y sé que no hay novedad mayor, y será todo
             como en la provincia de Chumbivilcas.
                    Perdonando Vuestra Merced mi atrevimiento, recibirá esos suchecitos
             en señal de mi agradecido afecto. Con lo que ruego a Dios guarde a Vuestra
             Merced muchos años.- Layo 9 (de Diciembre?) de 1780.- Es de su afectísimo
             Capellán que servirla desea.- Justo Gallegos.

                                                 §


                    Hijo Chepe: Acabo de tener noticia cómo los del Cuzco salen por tres
             partes, y la una es la de Catca cuyo pueblo (según noticias seguras) ya está
             acabado.
                    Sucacagua nos ha hecho traición, y los demás como te impondrá la
             adjunta; y así ya no estoy en mí, porque tenemos muy poca gente.
                    De mis cartas has hecho muy poco caso, tratando de entregarme a las
             astas del toro; y así no permitas que me quiten la vida, pues tu ausencia ha sido
             causa para todo esto.
                    El lunes que es mañana entran a Quiquijana, y a Acos y los inmediatos
             pueblos ese mismo día; y así, apura los pasos.





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