Page 432 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Volumen 2
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            fueron tirados por la indicada Junta de Guerra en los que regularmente y con-
            forme a Justicia rebajada en unos la tercera parte, en otros la mitad y en al-
            gunos el todo, reproduciendo con fundamentos sólidos el porqué no debían
            tener lugar unos gastos que siendo superfluos en la substancia, no se lograban
            con ellos los fines a que se dirigían.
                    Con la llegada del señor Coronel de Ejército don Gabriel de AbiIés
            cesó la Junta en sus disposiciones y siguió en ellas librando dicho Señor Coro-
            nel.— A el arribo del enunciado señor Visitador general don José Antonio de
            Areche é Ynspector General don José del Valle continuaron los dispendios por
            libramientos del primero, arreglado siempre a los informes que su Señoría se
            servía pedirme en todos los casos por el conocimiento en que me consideraba
            en solo esta parte y motivos que los causaban.
                    Dirigida la primera expedición a el Cerro de Puca-Casa, se me pre-
            vino por el mismo señor pasase a el pueblo de Urcos para que estando más
            a la mano auxiliase en todo lo necesario aquel ejército, como lo verifiqué en
            cuanto me pidió el señor Inspector y consta de las entregas, recibos, órdenes
            de su Señoría y mis contestaciones.
                    Retiradas las tropas de aquel lugar y convenido despues según el nue-
            vo plan de operaciones a seguir los pasos a los rebeldes, auxiliar a la Villa
            de Puno y libertar la Ciudad de la Paz del riguroso asedio en que se hallaba,
            dispuso el expresado señor Visitador General, me incorporase a el ejército y
            siguiese su ruta en calidad de Comisario de Guerra, según demuestra el do-
            cumento número tres y cumpliendo el orden hasta la Villa de Puno, en nada
            hubo que corregir mis operaciones, sin embargo de no habérseme dado las
            instrucciones de este manejo.
                    Regresado yó de la Compañía y retirado a la Capital de Lima el refe-
            rido señor Areche, dejó en calidad de Sub-delegado de la Superintendencia
            de Real Hacienda a don Juan Domingo de Ordosgoyti, quien en virtud de su
            comisión fué librando los caudales necesarios para los mismos fines, hasta el
            ocho de Marzo de ochentidos que fue el día de su separación.
                    La creación de esta oficina tuvo principio en fin de Noviembre del año
            de ochenta y creyendo (sin bastante conocimiento) ahorrar a el Erario puse en
            ella solos tres escribientes para su Despacho; el primero don Mariano Camacho
            trasladado de la Administración de Tabacos de mi cargo, por su segundo a
            don Antonio Gutiérrez y tercero a don Pedro de Obiedo.
                    En la indicada campaña de Puno nombré de Cajero pagador del Ejér-



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