Page 198 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Volumen 2
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                    Mediante lo cual debo esperar del buen acuerdo de vuestra merced el
            que omita cobrar de estos conductores derecho alguno de los mantenimientos
            referidos mayormente, cuando por otra parte se sigue tambien de su contra-
            vencion otro no menos inconveniente, cual es el que siendo éstos los que abas-
            tecen la Ciudad para su auxilio y mantencion, y en especial de la gente pobre
            que es la mayor parte (en tal grado que las cinco de ellas son de esta clase, y
            solo la sexta, cuando mas, de los que logran comodidad con no igual fortuna,
            si se sienten estrechados de exacciones que jamas han acostumbrado sufragar,
            les sera como forzoso el ahuyentarse y suspender la internacion de tales co-
            mestibles en esta Ciudad, la que se vera reducida a calamitosos estrechos y no
            tendra con que poder mantenerse; y aun cuando continuasen (que no es facil)
            con traer sus efectos, fuera indispensable el que los subiesen de precio y que
            el publico sufriese sus resultas para mayor angustia suya. Sufraga espacioso
            campo para la condescendencia de vuestra merced el artículo primero, capitu-
            lo siete del nuevo Reglamento, en que estableciendose el modo con que deban
            manejarse cuantos se emplean en el servicio de esa Real Administracion, se
            encarga la cordura, prudencia, posible templanza y moderacion, con que de-
            ben portarse aun en la cobranza de los derechos legitimos (como asi mismo lo
            tiene mandado el Excelentisimo Señor Don Manuel de Amat Virrey que fue
            de estos Reinos), para que siendo siempre la justicia y la equidad la regla de su
            conducta, ni se dé motivo de queja ni se haga odiosa la Administración, y así
            se manejaron en la Real Caja de esta Ciudad sus Oficiales Reales.
                    Y teniendo yo resuelto el hacer un expreso al Excelentísimo Señor
            Virrey sobre estos acaecimientos, mirando sólo por el bien del público y su
            tranquilidad, y el mejor desempeño del real servicio, pido a vuestra merced
            se sirva responderme categóricamente con la prontitud que exige este tan im-
            portante negocio; pues tengo dispuesto que por todo el día de mañana salga
            el precitado expreso a fin de instruir mi sana intención y conducta.- Nuestro
            Señor guarde a Vuestra Merced muchos años.- Arequipa y Enero once de mil
            setecientos ochenta.- Besa la mano de Vuestra Merced su más seguro servi-
            dor.- Don Baltasar Sematnat. -Señor Administrador Don Juan Bautista Pan-
            do.

            (A.G.I., Audiencia de Lima, Legajo 1039).







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