Page 136 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Volumen 2
Antecedentes
Hago a Vuestra Señoria esta indicacion con tal de que no se oponga a las que
tengo hechas o reducidas a ordenes formales de ese Señor Virrey y el Señor Inten-
dente; porque no me cansare de repetir que deseo, por el honrado y limpio lustre de
Vuestra Señoria, que deshaga aquello que hizo sin autoridad, dedicando a disponer
con su auxilio e inspiraciones que vuelva la Real Aduana a gobernarse por las reglas
con que se regia, y la alcabala a cobrarse a razon del seis por ciento, dando cada uno
de Vuestra Señoria. Y el ejemplo de que cuanto les entre para sus consumos o giros
vaya guiado, se introduzca en la Aduana, y se cobren alli los derechos de las cosas
que los deban.
Si Vuestra Señoria emprendiese esta brillante accion digna del estado en que
se va poniendo el castigo de los insolentes inquietadores de la paz publica, y de la
obediencia debida al Rey por todos los sagrados derechos humanos y divinos, espe-
ro me pase la noticia con un extraordinario, a fin de no perder tiempo en comuni-
carla a Su Majestad, para que se serenen sus disgustos, y le merezca Vuestra Señoria
sus piedades y la gracia de mantenerle en la suya como acreedor a ella.
Dejo a la recomendable discrecion de Vuestra Señoria el encargar a su Presi-
dente lo oportuno sobre averiguar con toda formalidad los delincuentes y autores de
los primeros pasos de la conmocíon y de los sacrilegos pasquines que la anunciaron,
para que logren su justo castigo, como le sufrieron los del Cuzco; pues no me es du-
doso que se sabran a poca diligencia, respecto de que aun hasta aquí llegan señales,
o voces de los que son o pueden ser, y tener la mayor culpa.
El muy Ilustre Ayuntamiento de la ciudad del Cuzco, y principalmente su
Corregidor ha dado a los demas de las poblaciones alteradas, sin razon ni justicia, un
modelo de lo que puede la vigilancia, y el atacar el desorden en sus primeros movi-
mientos; y asi no dudo que el que tiene Vuestra Señoria a la frente; ejecute lo propio,
y venza las oscuridades, en que ha querido la iniquidad poner el decoro y caracter de
Vuestra Señoría, siempre nobilísimo y leal a cuanto es dueño (nuestro) Rey Señor.
Dios proporcione a Vuestra Señoria esta fortuna, y la de mantenerse siem-
pre en la grandeza y distincion que apetece; y yo le pido y pedire, segun debo, deseo-
so de tener parte en este justo bien suyo.- Lima, 22 de Julio de 1780.- Jose Antonio de
Areche.-Señor Corregidor de La Paz.
(A.G.I., Audiencia de Lima, Legajo 1039).
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