Page 133 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                                     Arequipa ha conseguido
                                     la libertad con las armas.
                                     Pues ¿por qué, paisanos míos
                                     merecerá la violencia,
                                     más que el humilde, sumiso
                                     y gran rendimiento nuestro.
                                     ¿Justo es que por abatidos,
                                     por cobardes y obedientes,
                                     nos dén por premio el castigo
                                     de la tan injusta Aduana
                                     estos perversos Ministros,
                                     que con la capa del Rey,
                                     quieren, soberbios y altivos,
                                     estirar tanto el cordel
                                     que reviente de oprimido?
                                     ¡Ea! fuera cobardía,
                                     ya llegó el tiempo preciso
                                     en que debemos hacer
                                     alarde de nuestros bríos.
                                     Si hemos de morir de humildes, de leales y rendidos,
                                     sujetos a los ladrones,
                                     pícaros y advenedizos,
                                     cuyas ideas gobierna
                                     nuestro paisano Blacito,
                                     que como bastardo en sangre,
                                     su pensamiento es lo mismo;
                                     mejor es que de una vez
                                     quitemos a estos indignos
                                     la vida, y después que venga
                                     el más sangriento cuchillo,
                                     que inventó la tiranía.
                                     Pues sabremos resistirlo,
                                     quitando la vida a cuantos
                                     se opusieren a impedirlo,
                                     que sea el Corregidor,
                                     sean Alcaldes, sean vecinos,



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