Page 186 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
                                    Informe relacionado del Cabildo,  Justicia y Regimiento de la ciudad del Cuzco
            que las producia el conocimiento de que los naturales advertian la libertad
            de sus protectores; el premio dado á éstos con renta señalada para su subsis-
            tencia, áun teniendo en su poder los caudales y alhajas de oro y plata de sus
            cuantiosos robos, que no restituian, y recelando justamente fomentaban estos
            visibles manejos un oculto calor que llegaría á encenderse en ardiente volcan;
            de acuerdo Avilés y Baulen, esforzaron sus representaciones, y tomándose por
            el Virey la providencia de que pasasen á Lima Mariano y Andres, fueron con-
            ducidos con una pequeña escolta al cargo y cuidado del teniente de dragones
            de ejército D. Andres Navarro, que llegó con ellos á aquella capital, pero como
            estos malos jóvenes tenian dañado el interior, lo demostraron, despachando
            desde el camino, con un confidente suyo, una banda negra á uno de los caci-
            ques de Marcapata, para que poniéndosela en su nombre, gobernase y fuese
            obedecido  de  todos  sus  confederados.  Fueron  circunstanciados  los  acaeci-
            mientos á que dieron lugar estos antecedentes hasta descubrir la oculta nueva
            maquinacion que conspiraban para renovar los pasados insultos, y se hace
            precisa alguna menuda relacion de ellos con el último término que tuvieron
            estos traidores. Los indios del pueblo de Marcapata, que está situado pasada
            la cordillera en principios de la montaña con su entrada á los Andes é inme-
            diacion á los indios inconversos, no cesaban en sus alteraciones, y advirtiendo
            el cura D. Fernando de Silva sus movimientos, dió noticia al corregidor Ne-
            cochea, con fecha de 30 de Enero de 1783, de haber bajado al referido pueblo
            de cincuenta a sesenta indios, enviados por el que se nombraba Condurpusa,
            con órden de esperarlo allí; participóselo luégo al comandante general, y con
            órden de éste pasó sin detencion Necochea con su propia tropa de dragones,
            que llegó al número de doscientos cuarenta, y poco más de cien indios fieles
            de aquel contorno. A su vista se retiraron los rebeldes á los cerros nombrados
            Ampatuni y Hapo, que son muy elevados y de impenetrable fragosidad; con
            todo, pasó á perseguirles, haciendo tres divisiones de su tropa, y consiguió el
            dia 6 de Febrero, al anochecer, prender á un indio por quien supo haberse reti-
            rado los rebeldes á los altos de la derecha de Marcapata, adonde envió algunos
            indios amigos y tropa en su seguimiento. Ocupó el dia 7 el cerro de Ampatuni,
            en que debian incorporarse todos los destacamentos, y el siguiente dia pren-
            dió á Santos Huayhua y su familia, que era el más principal de aquella gente, y
            se dirigió a Marcapata á entender en la causa y castigo de este reo.
                    Era urgente y muy precisa su ejecucion para ejemplo y terror de aque-
            llos nuevos conspirantes, y aunque pudiera demorarla el órden del Virey de



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