Page 427 - José de la Riva Aguero - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José de la Riva Agüero
Juan de Dios Balentin
Pedro Chaves
Siguen sesentaidós firmas.
Excelentisimo Señor
Señor
Los papeles publicos acreditan la conducta de la parte sana del Con-
greso, suficientisima para haber puesto la suerte del Peru en estado de Esclavi-
tud, si el jenio de Vuestra Excelencia no sostiene el árbol de nuestra Libertad.
La mayor parte de los Habitantes de este Pueblo, aunque advertian el
triste resultado que les deparaba el nombramiento de algunos Diputados tam-
bien concibieron que podrian separar el mal algunos indibiduos de probidad,
que estaban reunidos á ellos, mas por desgracia no fue asi y los hechos de que
tratan los publicistas nos hacen tocar el desengaño.
Seria escusado pensar en el error primero que ha sido orijen de tantos
herrores. La coaccion en los hombres juiciosos, la Violencia, y la sujestion en
los incautos, fueron los resortes mas seguros en las elecciones.
Entre los Peruanos, y aun entre las mayor parte de los hombres sin
cultura se repartian papeletas para que entregasen en la mesa, sin saberlas leer,
sin entender viendose en la duda necesidad de elegir por Diputados, a unos
hombres de cuyo nombre jamas habian tenido noticia, o que repugnaban por
su mala opinion.
El Señor don Justo Figuerola, cuyas virtudes religiosidad, y luces lo
distinguen del numero de los demas, merecio solamente la eleccion general
de todos, y por tanto este solo, que nada solicito para si, ni por interpuesta
persona, ha sido el Diputado legitimo por el Departamento de Trugillo.
Vuestra Excelencia es el primero que lo conoce, y nosotros nos gloria-
mos de tenerlo en el numero de la parte sana del Congreso.
Si Vuestra Excelencia jusga necesaria esta Corporacion puede repo-
nerse pero antes se deben tomar las medidas que la experiencia demuestra,
para que asi desaparescan la violencia y la nulidad.
Por haora de hecho, y de derecho, rebocamos los poderes de todos los
demas Diputados que no se han conducido á exemplo del Señor Figuerola, y
este derecho no se nos puede impedir. Todo poder dante reserba en si la facul-
tad de exercitarla quando la conducta del su Podatario no es conforme á sus
intenciones.
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