Page 359 - José de la Riva Aguero - Vol-1
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Exposición del presidente de la República al Congreso
a consecuencia del decreto en que lo
asciende a Gran Mariscal
Excelentísimo Señor:
Una medalla cívica es el mayor premio que puede apetecer un buen
ciudadano, pues ella es el signo de que ha hecho servicios a su patria. Cuan-
do el Soberano Congreso se dignó honrarme con un instintivo tan precioso,
mi corazón rebozaba de placer, y no encontraba como manifestar los fuertes
sentimientos que le ocupaban. Colocado después en el mando supremo de la
república, mi gratitud había llegado á su colmo por este singular favor con la
soberanía nacional acaba de distinguirme, sin que yo por mi parte recono-
ciese méritos que me hiciesen digno de obtener la mayor confianza que ha
obtenido algún peruano desde el principio de vuestra gloriosa lucha. ¿Cuáles
habrán sido pues, las emociones de mi corazón cuando he visto el soberano
decreto en que se me concede el uso de la banda bicolor , y el empleo de gran
mariscal? Mis bienes y mi vida son muy pequeña ofrenda para manifestar
el lleno de mi agradecimiento. Admito desde luego la primera gracia como
consecuencia de la anterior: ¿pero cómo podría admitir la segunda que es el
último ascenso de los guerreros más ilustres. Logré soñar otra mayor y es que
el Soberano Congreso me conceda no separarme jamás de la clase de coronel.
En ella he sido elevado por la soberanía á la presidencia de la república , sea
en ella mi bajada a la tumba. Generales muy beneméritos tiene el Perú: en tan
dignas personas y en el ejército derrame la soberanía sus mercedes, que toda
mi gloria y todo mi anhelo es la salvación de la patria, la conservación del