Page 357 - José de la Riva Aguero - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Vida y obra de José de la Riva Agüero
            Galvay recibió la muerte en el momento mismo en que descargaba dos pisto-
            las contra un oficial nuestro. Si estos actos de justicia se califican por US. de
            crímenes, ¿qué diremos de la muerte del coronel Landa, de la destrucción de
            Cangallo, y de tantas crueldades cometidas por las armas de US.?
                    Por lo que respecta al modo como debe continuar La guerra , no ha-
            biéndose tenido aún respuesta del general La-Serna sobre el tratado de regula-
            rización que se le propuso, lo único que debe decirse a Us. es, que su conducta
            sobre este particular será la norma de la que han de observar los soldados de
            la libertad, mientras se recibe una contestación decisiva. Pero advierto a US.
            que si un triunfo pequeño, insignificante y muy costoso, le ha alucinado de
            tal modo que le hace llamar vencedoras a sus tropas, fije la consideración en
            los recursos del Perú, en la decisión de los pueblos, en los auxilios que recibi-
            mos de varias secciones del continente americano, sobre todo, en la justicia de
            nuestra causa: y le aseguro que al momento se desnudará de esa presunción, y
            conocerá lo próximo que se halla la total ruina del ejército que manda.
                    Acepte US. los sentimientos de consideración y aprecio con que soy su
            obsecuente servidor – Francisco Valdivieso.
                    Sr. General en Jefe del ejército español D. José Canterac.




                  OFICIO DEL GENERAL CANTERAC A S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA


                    Tengo oficiado anteriormente al señor general Alvarado con respecto
            al tratado de regularización de guerra, y lo reproduzco en la actualidad dicien-
            do también a US. que si por su gobierno ilegitimo se declara la guerra á muer-
            te a los españoles europeos es cosa que nos importará bien poco, pues aunque
            no ha sido declarada hasta ahora, nuestros enemigos lo han hecho en realidad
            como lo prueban los horrores de San Luis y reciéntemente los asesinatos del
            teniente coronel de Pardos Don Martín Oviedo y teniente Galvay de Gerona.
            Además en breve se verá cual de las tropas, nacionales o de las insurgentes
            estarán en el caso de pedir clemencia, asegurando a US. que el ejército que
            tengo el honor de mandar, siempre se conducirá con la generosidad de tropas
            vencedoras , y solo si se verá en la dura precisión de cumplir la real orden que
            sentencia á pena capital a los estrangeros que sean tomados con las armas en
            la mano ; y á esto solo me queda que añadir, que los valientes españoles ame-
            ricanos que pelean por la justa causa de la nación á que pertenecen, seguirán



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