Page 319 - José de la Riva Aguero - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José de la Riva Agüero
Señor Don José Larrea y Loredo.
Trujillo Agosto 29 de 1823.
Mi querido amigo:
Sé que los facciosos de Lima intentan relevarlo del cargo que está Us-
ted dignamente desempeñando. Si tal sucediese, importa como yá hé dicho
á Usted en mi anterior, que se sostenga a todo trance en su destino: y que en
el último caso de que por tales contradicciones hubiese algunas dificultades
por parte de ése gobierno, que no lo creo, se venga Usted en derechura á esta
ciudad á desempeñar su plaza de Senador, porque aquí queda legítimamente
constituido este cuerpo. Si se vé Usted precisado a adoptar éste último partido,
puede Usted traerse consigo todos los auxilios que le sean posible conseguir,
sin olvidar los fusiles y demás armamentos que tanto necesitamos. La corres-
pondencia de Usted que igualmente venga aquí en derechura; pues aunque
estoy proximo á marchar para reunir todo el ejército de reserva y empezar mi
operación, dejo aquí tomadas todas las medidad de seguridad para que me la
dirijan á donde estuviese. Amigo la farsa es completa; pero yo no desmayo en
mi propósito, ó yo no existo o el Perú ha de ser libre: este es mi juramento; y
creo que Usted me conoce bastante firmeza para sostenerlo
Tengo bastantes tareas para realizar mi pronta partida. Ella es inte-
resarme, y debo activarla. Suspendo pues asegurando a Usted que en todas
circunstancias le soy un verdadero amigo obsecuente servidor.
José de la Riva Agüero
Señor Don José Larrea y Loredo
Reservado
Santa Septiembre 16, 1823.
Mi muy apreciado amigo:
Hace mucho tiempo que no recibo comunicaciones de Usted, y por
consiguiente ignoro el estado de su existencia y el de aquellas negociaciones,
lo que me viene con algún cuidado. Es muy importante que se avoque Usted a
este Gobierno, y le manifieste extensamente las miras de los facciosos de Lima,
y las nulidades con que han pretendido consumirse para sacrificar al Perú, y
aventurar también la existencia de aquel estado. Que por este principio hoy
más que nunca debemos estrechar nuestras relaciones para impedir a toda
esta parte de América las desgracias en que pretenden envolverla; y que sin
perder momentos debemos hacer el último esfuerzo para conservar á ambas
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