Page 317 - José de la Riva Aguero - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Vida y obra de José de la Riva Agüero
            la guerra es imperturbable, y á mi ver la felicidad del Perú consolidada para
            siempre. Emprendo mi marcha á la capital con el ejército de reserva que he
            formado aquí para estrechar al enemigo en su retirada; y los resultados de la
            campaña, deben corresponder a nuestros deseos.
                    Conserve Usted relaciones de estrecha amistad entre ése Estado y el
            nuestro; y que la actividad y previsión de Usted en esa parte asegure los desti-
            nos de la República. Debo aprovechar los momentos para acelerar mi partida,
            y las tareas que me ocupan no me permiten detenerme. Hablaré á Usted en
            otra ocasión detalladamente asegurándole entre tanto que con el mayor apre-
            cio le soy un buen amigo y obsecuente servidor
                                                               José de la Riva Agüero




                    Señor Don José Larrea y Loredo.
                                                        Trujillo Agosto 23 de 1823
                    Mi distinguido Amigo:
                    No es fácil que los perversos encubran por mucho tiempo sus detesta-
            bles intenciones. Y nada más cierto que ellos sacrificando la existencia política
            de los pueblos por satisfacer su ambición, lo intentan con nuestro país; pero
            se engañan mientras exista el ejército del Sur, el del Norte y los verdaderos
            peruanos me ayuden como hasta aquí, desprecio sus maquinaciones, y sus
            planes opresivos serán transtornados.
                    Después que Tagle en 2 del presente, a virtud de la disolución del Con-
            greso, me reconoce por Presidente de la República, y ofrece entregarme el
            mando luego que llegue á la capital; el mismo forma un nuevo Congreso con
            trece diputados, que los más esperaron tranquilamente á los españoles y to-
            maron partido con ellos. La hermosa Inés de secuestros de los godos para per-
            seguir á los patriotas y sus bienes, es por disposición de Tagle, Vice Presidente
            de ese Congreso. Esos diputados se han quedado seguramente para trabajar
            de acuerdo y en favor de los españoles, y se aprovechan de la ambición de los
            hombres para lograrlo. Así es que los patriotas que emigraron y se han resti-
            tuido á la capital han sido todos presos por Tagle y destinados a Casas matas.
            Al fin mi amigo no puede sufrirse tantos crímenes por los que desean la inde-
            pendencia y la felicidad de su país.
                    Ya estuviera con mi ejército á las inmediaciones de Lima para estin-
            guir tanta anarquía si no hubiese recibido un oficio de Guayaquil dirigido al



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