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regiones, siendo la Amazonía una de las zonas más afectadas y donde las brechas
sociales han aumentado.

Es inexplicable también la inexistencia de proyectos o programas para apoyar el
desarrollo de las provincias, en el caso en particular, por ejemplo, de Utcubamba, que es
la provincia de Amazonas con mayor índice de población y que, sin embargo, se muere
de sed.

Es una provincia respecto de la cual se ha venido insistiendo en proyectos de agua
potable. Pero en este presupuesto no se considera nada sobre ese aspecto. Sin embargo,
se han destinado cincuenta millones de soles para construir un penal en Chachapoyas.

Por lo expuesto, los amazonenses notamos la ausencia de voluntad política del Ejecutivo
para apoyar y potenciar nuestro desarrollo. Acá no se trata de recibir dádivas; lo que
exijo es la ejecución de planes integrales para explotar los recursos de mi región y
generar oportunidades y bienestar para los amazonenses.

La presidenta del Consejo de Ministros, en su condición de ex ministra de Comercio
Exterior y Turismo, sabe que el turismo es uno de los motores de desarrollo general, tiene
altas tasas de retorno económico y social y, sobre todo, genera divisas y empleos.

En Chachapoyas, puerta de ingreso a la importante fortaleza de Kuélap, las pistas y
veredas se encuentran en un estado deplorable. Pese a que hemos solicitado presupuesto
para atender esa situación, tampoco se han asignado los recursos correspondientes para
este período.

El primer teleférico del país instalado en las cercanías de dicha fortaleza —y a cuya
inauguración la presidenta del Consejo de Ministros asistió el año pasado— podría
recibir más de los cuatrocientos mil turistas estimados para el próximo año, si logramos
interconectividad aérea y contamos con un aeropuerto moderno y seguro. Este es el
principal reto del Ejecutivo en lo que respecta al departamento de Amazonas. Por ello,
estoy convencido de que el problema no es la falta de presupuesto, sino principalmente la
falta de voluntad política.

Creo, con sinceridad, en los buenos oficios y en la visión política de la presidenta del
Consejo de Ministros; y estoy convencido de que en el año fiscal 2018 ella respaldará
nuestro requerimiento de transferencias presupuestales que generen la base de nuestro
desarrollo.

Quiero resaltar que la Comisión de Presupuesto tuvo una característica fundamental:
hacer sesiones descentralizadas para recoger en las regiones precisamente las
necesidades que tenían los alcaldes y los gobernadores regionales. Sin embargo, no se
han podido satisfacer esas inquietudes, esas necesidades, porque hoy, al ver el
Presupuesto Público, sentimos la misma sensación que hace años: un centralismo
absoluto.

Quiero finalizar con la propuesta de que en los departamento de Tacna, Tumbes y
Amazonas, por ser zonas de frontera, se les otorgue a todos los trabajadores del sector

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