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En mi Región Lima Provincias, señor Presidente, sabemos que se ha destinado un
presupuesto, pero hasta el día de hoy no se ejecuta absolutamente nada, corriendo el
riesgo pues que nuevamente las lluvias inunden los ríos y suframos las consecuencias.

Pedirle por su intermedio al ministro de Agricultura, que no solamente hay que destinar el
dinero, sino que hay que supervisar y vigilar que se ejecuten esa obras, porque sino
dentro de poco va a ser pues demasiado tarde.

Asimismo, Presidente, en las provincias de Barranca, Huaura, Huaral, Cañete, la
delincuencia crece día a día y no tenemos presencia policial, y no es por falta de
presupuesto, Presidente, si no es por la mala ejecución en la compra del combustible. No
es posible que los vehículos policiales tengan que venir hasta 140 kilómetros de la
provincia de Oyón, a la provincia de Huaura a abastecerse.

Tienen que venir los vehículos policiales de Barranca, Huaura, Oyón, Cajatambo, que
demoran hasta cuatro horas, cuando retornan, ya se consumió todo el combustible, y no
tienen el combustible para poder patrullar y servir a la población.

Pedirle por su intermedio, que el ministro del Interior haga una mejor ejecución del gasto,
que destine las compras en cada lugar donde se encuentran los patrulleros y donde
tenemos grifos a nivel nacional.

Gracias, Presidente.

El señor PRESIDENTE (Mauricio Mulder Bedoya).— Muchas gracias, congresista.

Tiene la palabra el congresista Lizana.

El congresista Lizana no está en su lugar.

Va a intervenir el congresista Güido Lombardi.

El señor LOMBARDI ELÍAS (PPK).— Muchas gracias, Presidente. Un saludo cordial a la
presidenta del Consejo y a la señora ministra de Economía y los ministros que la
acompañan.

Ante las últimas nueve horas de debate, se ha dicho mucho respecto al Presupuesto
General de la República. Yo no quiero abundar en temas que ya se trataron y que
reflejan el interés y la preocupación por dotar de recursos a instituciones que tienen que
velar por la anemia, por acabar con la anemia y la desnutrición infantil, o por la
fiscalización ambiental en el país, o por el establecimiento de una política de salud
mental digna de tal nombre, algo en lo que ha abundado mi colega Alberto de Belaunde.

Creo sin embargo que es indispensable refutar a aquellos que dándose de morales se
convierten en chismosos y mentirosos, aparentemente, por consejo de sus madres. Porque
decir que no se ha hecho nada en la reconstrucción del norte es una falsedad y una
mentira.

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