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para los nuevos los sueldos sean tan mínimos que incluso son menores que la
remuneración mínima vital.
Ahora que estamos debatiendo y planteando apuestas populistas redistributivas, la gran
pregunta es: ¿Por qué, señor ministro de Economía, no se incrementa el salario mínimo
vital, que por norma legal usted y su gobierno están obligados?
Acá se pone incluso impuestos unilaterales a los trabajadores, no se les concede
determinadas prerrogativas que son parte de la relación laboral típica…
La señora PRESIDENTA (Ana María Solórzano Flores).— Tiene tiempo adicional,
congresista Mavila.
La señora MAVILA LEÓN (AP-FA).— … joven, qué duda cabe, va a tener que trabajar sin
ninguna garantía, va a ser despedido en cualquier momento. Esas son las normas que
este gobierno levanta.
En cuanto al empleo juvenil, que tanto se está utilizando demagógicamente en esta
coyuntura, diremos que en el fondo es solo una capacitación temporal. No se ha previsto
una actividad de seguimiento de la inserción laboral de los jóvenes. No se brinda
educación que tenga proyección futura. El Estado paga solo el primer año de cotización
por seguro de salud, y entonces estamos ante una mano de obra barata que no tiene
ninguna sostenibilidad.
Por eso, señores, el crédito fiscal de 2% a las empresas que contratan jóvenes bajo el
nuevo régimen implica un engañamuchachos. El vínculo laboral por tiempo breve —se
decía en principio que iba a durar cinco años y ahora se habla de tres años— no da una
proyección a largo plazo a la mano de obra juvenil. Y ahora que hablamos de sicariato
juvenil, ahora que hablamos de gran incremento de la criminalidad urbana…
La señora PRESIDENTA (Ana María Solórzano Flores).— Tiene tiempo adicional,
congresista Mavila.
La señora MAVILA LEÓN (AP-FA).— … para la articulación laboral de los jóvenes. Por
eso, quiero también mencionar lo que escuché decir ayer en la presidencia del Poder
Judicial. El Poder Judicial no quiere gastar en el programa de tratamiento abierto para los
jóvenes infractores, que está funcionando. Piensa trasladarlo, se dice, o al Ministerio de
Economía o al Ministerio de la Mujer. Ese programa, si se traslada, debe serlo al
Ministerio de Justicia, donde la Comisión Nacional de Política Criminal tiene un
diagnóstico serio de la transgresión juvenil. Pero, como el Ministerio de Justicia siempre es
la cenicienta del Presupuesto, tiene que ir, pues, con su pan bajo el brazo.
Y hay en el Ministerio del Interior un programa de tratamiento de faltas y delitos que tiene
un presupuesto sumamente grande. Pero no se ve el nexo que tiene el desarrollo de faltas
y delitos con el no tratamiento desadictivo a los jóvenes. ¿Por qué no sacar algo mínimo,
seis u ocho millones de ese programa de tratamiento de faltas…
La señora PRESIDENTA (Ana María Solórzano Flores).— Tiene tiempo para que concluya,
congresista Mavila.
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