Page 20 - Congreso de la República Nº 8
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FORTALECER LOS PODERES LEGISLATIVOS
EN UNA DEMOCRACIA POST-PANDEMIA:
La recuperación de la con anza y la afección ciudadana sólo será posible, si los parlamentos y
La con anza y el futuro de la representación política las organizaciones políticas que lo integran se cercioren de que el quehacer
político-parlamentario produce bene cios concretos y ampliamente diseminados para todos.
Así como también, cuando el ejercicio de la representación política recupere el valor del
diálogo, el respeto y el consenso como medios para construir agendas de trabajo compartidas
que logren después de esta pandemia, la prosperidad en democracia.
Moises Benamor
Jefe de sección de las Instituciones Representativas en la OEA.
La pandemia del Covid-19 nos ha generado serios cuestionamientos alrededor del
orden mundial. Hemos observado cómo se aceleró la desafección y la descon anza en
instituciones democráticas, como son, los gobiernos, las autoridades locales, los
parlamentos, las organizaciones políticas e inclusive la propia comunidad
internacional.
En cuanto a los poderes legislativos, se vieron en la necesidad de adaptarse – con
urgencia- a la nueva realidad que planteó la pandemia, para retomar sus labores y
atender las expectativas de sus ciudadanos, llevando a cabo esfuerzos que no siempre
fueron exitosos, por cuanto no lograron mejorar la desafección ciudadana, tal y como
lo re eja el Latinobarómetro publicado en este 2021, donde coloca a los Congreso
como una de las instituciones con menos con anza ciudadana.
Los parlamentos deben tomarse muy en serio la innovación, entendiéndola, como un
proceso que toma tiempo y debe implementarse con rigurosidad para que, en el corto,
mediano y largo plazo, les permita que sus funciones de representar, legislar y scalizar
se adapten adecuadamente a los cambios que vive la democracia en el siglo XXI, así
como, para que puedan atender e cazmente las demandas y propuestas de los actores
sociales, la academia, el sector privado y, en especial, las y los ciudadanos.
Asimismo, los parlamentos deben durante la etapa de pandemia y de post pandemia,
procurar que su labor atienda de manera más rigurosa y oportuna los graves
problemas que afronta la región, tales como, la corrupción, la impunidad y las amplias
brechas sociales, económicas y digitales que actualmente existen.
Las y los legisladores deben demostrar en estos tiempos, que son capaces y que
cuentan con las habilidades como representantes políticos, para no sólo, afrontar estas
nuevas coyunturas, sino también, para fomentar una colaboración transnacional
activa, con el n de integrar al poder legislativo de manera más e caz en el ámbito,
nacional, regional y global.
Por todo lo anterior, es fundamental por una parte, fortalecer a nuestros parlamentos
y, por otra parte, capacitar a las y los parlamentarios, para un mundo donde “la
con anza y el ejercicio del poder están cada vez más interconectados”, y en el cual, se
requieren de acciones tanto en el ámbito de lo presencial, procurando un mayor y
mejor acercamiento con las personas, como en el ámbito virtual, haciendo un uso más
ético, coherente y estratégico de las redes sociales y de las herramientas tecnológicas.
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