Page 98 - Vida y Obra de Toribio Rodriguez de Mendoza - Vol-1
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Volumen  1
                                       Varias cartas dirigidas al Rey y al Virrey sobre el Convictorio de San Carlos
            Estudio de las Antigüedades Eclesiásticas en el modo antes explicado y forta-
            lecido con el establecimto. de una Cathedra de las Antigüedades.
                    Las del Maestro de las Sentencias se ha mantenido en las Escuelas mas
            por este tenaz apego, y respeto con q’ se conservan los viejos establecimtos.
            que por su utilidad, que en el día es reducida a muy poca cosa. Quando el
            Libro Manual de Lombardo apesar de su confusión y otros defectos notables,
            era el q. decoraban los Estudiantes, y explicaban los Maestros: quando al favor
            de la oscuridad de los siglos pasados era sin duda el mejor sumario de la Theo-
            logía, entonces fué laudable la fundación de Semejante Cathedra. Los tiempos
            son muy otros, y por eso se han cesado esas justas causas, q. nunca lo fueron
            para jurar en sus palabras.
                    La Cathedra, y por consiguiente el estudio de las Antigüedades Chris-
            tianas tienen al contrario otra prerrogativa especial, y es, que estas conducen
            tanto, y aun mas q. todos los Comentarios de los Libros de las Sentencias para
            la inteliga. de esos pocos, e indigestos restos de la Antigüedad, q. recopila
            el Maestro con especialidad en su quarto Libro. En fin cualquiera q’ sea la
            utilidad de la Cathedra del Maestro de las Sentencs. esta la conseguirán los
            Colegiales de San Carlos en las oposiciones frequentes que hacen a las Ca-
            thedras de Theología de la Rl. Universidad en las q. exponen el compendio
            de Lombardo. Pero no tienen como adquirir aquellas preciosas utilidades q.
            da el estudio de las Antigüedades Sagradas, y carecen de los estímulos que los
            empeñen en su cultivo por no haber Cathedras de ellas.
                    Todo esto lizongea la esperanza de q. V.M. por su nativa bondad, y
            propensión al mejor estar de sus muy amados vasallos, se dignará acceder a
            esta solicitud tan importante para la prosperidad de las Ciencias Eclesiásticas
            en sus Dominios Americanos, y tanto mas quanto no es ella una novedad
            impertinente, ni perniciosa, antes bien muy recomendada, y autorizada con la
            fundación de igual Cathedra con el título de Disciplina Eccla. en la Universa,
            de Valencia.
                    La común, y casi única carrera a q. se destinan los Americanos q. se
            consagran á las Letras, es la de la Yglesia. Quan precioso es pues, quan útil
            y neceso. q. los Párrocos, y demas Sacerdotes, q. son los Doctores de la Ley,
            conozcan a fondo, no solo en los Dogmas, y la Moral, sino también en las
            costumbres, ritos y seremonias de la Ygla. la verdad, y santidad augusta de
            nuestra Religión, cuya imagen se halla fiel, y perfectamte. copiada, y con los
            colores mas vivos de sus orígenes, o antigüedades. Y qué causa más justa, qué



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