Page 457 - La Rebelión de Huánuco. Vol 5
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
El Intendente de Tarma con fecha 22 del pasado me dice lo siguiente:
«Excelentísimo Señor.— Habiendome manifestado en la Carcel de esta
Ciudad donde tenia contenidos acerca de los doscientos reos de la insurrecion
de estos Partidos, y saqueo de esta Ciudad muy arriesgadamente con la de los
de Huamalies una peste maligna de disenteria de sangre con calenturas muy
contagiosas de que muerto algunos; y no bastando a contener su maligno in-
fluxo la limpieza y riegos de vinagre me he visto en la precision de dar soltura
a casi todos los reos baxo la fianza del has para que se curen en casas sepa-
radas y evitar un contagio en la poblacion pues el hospital que hay en ella no
presta los auxilios precisos por falta de fondos dicen, y los pacientes reusan y
no quieren pasar a el prefiriendo la muerte. En consecuencia, y simplificadas
y reducidas las carceles a menos numero y advirtiendo el enorme gasto que
se hace a la Real Hacienda sin saberse hasta quando tirará la Resolucion de
las causas como la escasez de fondos que tenia para la conservacion de los
trescientos hombres que conservo, he meditado quedaran a fines de este mes
con solo ciento sesenta hombres sino advierto hasta entonces necesidad hasta
la llegada de la sentencia, pues con los cincuenta mas que existen de fronteras
en el cerro y un alistamiento que he hecho de vecinos honrrados creo tener
proporcionada la fuerza para executar aquella? = Lo que pongo en la conside-
racion de Vuestra Excelencia para su Superior Inteligencia, esperando se dig-
ne avisarme quanto tenga por conveniente, cumplida que sea dicha sentencia
quando venga sobre la reducción mayor que podré hacer de la fuerza tanto
aquí, como en el referido serro de Yauricocha. Dios guarde etc.»
Lo que traslado á Vuestra Señoría para su Inteligencia, y que conosca
los lastimosos efectos que ocasiona la demora en la conclusión de las causas de
esta especie: Quiera Dios no cunda el contagio al vecindario, como es temible,
en cuyo caso se completaría la ruina de aquella infeliz Provincia.
Dios guarde a Vuestra Señoría muchos años. Lima y Septiembre 4 de 1812.
Joseph Abascal (Rubricado)
(Al margen inferior izquierdo):
A la Real Audiencia de esta Capital.
(Al margen)
Lima y Noviembre de 1812.
Por recibido y agréguese á sus antecedentes. (Rúbrica).
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