Page 253 - La Rebelión de Huánuco. Vol 5
P. 253

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
            reserva la politica, para con unos hombres que endurecidos en la arbitrarie-
            dad y despotismo, solo ceden á el medio que les ha sido familiar  á estos
            prudentemente executados se ha debido el reintegro de la posesión de los sa-
            grados derechos de la libertad civil de que estos pueblos se hayan despojados
            con riezgo próximo de su suerte por unos Gefes que olvidando los deberes de
            su cargo se contraían unicamente á su conservación y prosperidad á costa de
            los inocentes y desgraciados ciudadanos. En el instante en que aquellos vieron
            arruinados sus proyectos criminales y horrorosos, estos tubieron expeditos los
            recursos para resolver á unir sus votos y sus esfuerzos con los de la capital, y
            deponiendo las insertidumbres que le habían alejado de la senda que conducía
            á la seguridad general, se vieron en el momento menos esperado en el termino
            de sus deseos, tal es aquel en que hoy se hayan los habitantes del Perú cuando
            sin opresión ni violencia, sin tumultos ni desórdenes, ni engaños, ni preocu-
            pación, y con los datos de la mayor exactitud se resolvieron á reconocer y jurar
            la obediencia á la Junta Gubernatiba de la Provincia del Río de la Plata insta-
            lada por generales sufragios del Pueblo para que en nombre del Señor Don
            Fernando septimo lexitimo Soberano de estos Dominios concentrase en su
            fidelidad y celo y amor acreditado al Rey, la seguridad conservación de ellos y
            la prosperidad de sus habitantes.— Bajo de este concepto, si es un deber del
            Gobierno su incesante desvelo en consultar la pública fidelidad y sociego diri-
            giendo á ese punto todas las lineas que trazan la consistencia del orden tal vez
            estrecha más los vínculos de la correspondencia en los subditos por quienes se
            toma el Gobierno la penosa tarea de conducirlos. Asi es consiguiente, que la
            unidad de sentimientos de los Pueblos uniforme la conducta del Gobierno
            que los preside; que apartados los obstáculos de una fuerza opresora que cau-
            saba la combulsión politica, se siente sobre sus bases firmes y consistentes la
            gran masa de la sociedad civil, y que cesados los motivos en cualquier concep-
            to que turbaron los ánimos, se restituya la armonia, concordia, fraternidad,
            que exije la afinidad social por su natural tendencia á combinar la mutua se-
            guridad y felicidad. Este es el momento de conocer mejor la buena fe con que
            se presentan los hombres á estrechar los brazos entre sí y con el gobierno
            congratulándole con sus fatigas y mereciendo su indulgencia.— Por tanto el
            Gobierno exige de todos sus miembros de la sociedad no una adversión y re-
            conocimiento nominal, sino una racional que imponga la observancia á sus
            mandatos y una obsecuencia grata, voluntaria y de buena fé á sus insinuacio-
            nes, como dirigida al preciso fin del bien general. No siempre ni todos se ha-



                                               252
   248   249   250   251   252   253   254   255   256   257   258