Page 33 - La Rebelión de Huánuco. Vol 4
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Huánuco de 1812
            extraño de separasión también huviera sido el instrumento de las vengansas
            del furor que manifestavan, y de que se infiere que el haber negado mi asisten-
            cia en clase de Capitán, fue por que en ningún evento se me preocupó la ima-
            ginasión en consentir como verdadero el forsado, y violento nombramiento
            de que soy acusado. En virtud y reprodusiendo lo narrado.
                    (Al margen)
                    A Usted pido y suplico que en atención a lo que llevo propuesto se
            sirva resolver según y en los términos que solisito en el exordio, de este que
            repito por conclución y juro por Dios Nuestro Señor y por esta señal de Cruz
            la verdad de mi relasión y por ello, etc.
                    Andrés Yara (Rubricado).


                    Pachas y Mayo 9 de 1812.
                    Agréguese a los de su materia, y téngase presente, conduciéndose el
            reo con los demás a Huánuco.
                    Así lo proveo y mando yo el Comisionado con testigos a falta de Escribano.
                    Mais y Arcas (Rubricado). Toribio Figueroa (Rubricado).


                    Señor Justicia Mayor
                    José Lucas, y José Briceño, presos en esta Real Cárcel, y becinos del
            Pueblo de Santiago de Chupan, ante Vuestra Merced parecemos con el de-
            bido rendimiento, y puestos a los pies de Vuestra Merced decimos: Que del
            Pueblo de Marías bino un yndio, nominado José León, al Pueblo de Chupán,
            diciéndonos que todos estemos prontos con nuestras harmas, para alsarnos
            contra todos los españoles; y diciendo que ya todos los del Pueblo de Marías,
            abían botado al Capitán Miguel de Yrasoqui con un pasquín, y que hay, le
            abían dicho que le habían de quitar el pesenero; y a esto respondimos, que
            no podíamos hacer nosotros semejantes atentados, y á esto se debolbió sin
            respuesta alguna. Y después de seis días, recibimos dos cartas, una del Pueblo
            de Marías, y otra de los del Pueblo de Chuquis en que nos significaba para la
            misma materia, y a esto contestamos de voces, diciéndoles que sería mejor
            hacer propio á Huánuco a saver si hera sierto que todos teníamos orden del
            Soberano nuestro como que así nos engañaban. Y pasado esto, á pocos días,
            llegaron dos yndios del Pueblo de Chuquis, a llebarnos, diciéndonos que fué-
            ramos á hacer guerra contra los soldados de Chavín, y que dichos soldados
            de Chavín, y Llata, habían acabado con todos los de Marías, y que ya habían



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