Page 38 - La Rebelión de Huánuco. Vol 4
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Volumen 4
                                 Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huamalíes
                    Señor Jues Subdelegado
                    Lucas Serrano, Antonio Malqui, Francisco Maccha del Pueblo de San
            Santiago de Rondos presos en esta Cársel de este Pueblo de Pachas paresemos
            ante los pies de Usted. Con aquel devido rendimiento y veneración en toda
            forma de derecho y desimos que jamás hemos sido obstinados ni contra Dios
            ni contra de Nuestro Soverano que Dios guarde ni menos suvalternos de esta
            Provincia siempre no hemos llegado con ygnorancia tan lejos estuvimos de lo
            referido que por nuestra lealtad y amor ambas Magestades nos pareció como
            sueño. Los aminasos que nos hisieron los pueblos de Huangrín y Sillapata, que
            si no ubieramos obedesidos a su rectitud infamez mandatos nos quitavan la
            vida y arruinaran nuestro Pueblo=
                    Vien provamos todo lo referido con la sincillez que manifestamos en
            la hyda de Ripán a Llata que por detestar los enfamez echos que hicieron los
            yndios de los demás Pueblos no querimos mancharnos en nada ni en rrovos
            ni tanpoco en muertes de suerte que estuvimos de tan mala saña, que al dicho
            Pueblo de Llata no llegamos por que nos quedamos en los Altos de distancia
            de media legua: la obstinación que tuvo contra Usted y a los demás chapitonis
            los yndios ynsurgentes como cavesas de los primeros estados de motín Ma-
            rías, Chuquis y Chupán y desde los dichos Pueblos fue siguiendo los sedición
            como la candela pegando de uno y otro Pueblo de suerte que quando llegó
            llamarada aonde nosotros y assí nos hizo ymposible de apagarla, mas con todo
            los remordemientos de christianos y los sagrados deveres a ambas Magestades
            eran unos grillos que enpusibilitaron nuestros pasos y solo hisimos un miro
            adimás como de serimonia en la confianza de lograr resachada la pervercidad
            de aquellos ynfames Pueblos. En cuia virtud no tenemos amparo, sólo Usted
            como padre de los menores después de Dios nos han de mirar con ojos de
            caridad y a quien rrogamos de toda la obedencia de hijos y estamos confiados
            que Usted será el Redentor de nuestra libertad que si en algo picamos ya esta-
            mos arrepentinos, por todo lo cual =.
                    (Al margen)
                    A Usted pedimos y suplicamos que nos vea con ojos de piedad y enter-
            nisida por nosotros que en lo subsisivo manefestaremos con obras de lealtad
            que a Dios y al Rey nuestro Señor profesamos, como también a Usted como
            nuestro Jues y Señor a quien renderimos las gracias y franquesas por todos los
            días de nuestra vida que es justicia la que esperamos alcanzar de la recta que
            administra. Juramos contar en lo nesesario, etc.



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