Page 64 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen  3
                        Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
            paga o obligó á ello, y mi parte accediendo concluyó con dicho encargo hasta
            fixarlos en compañía de José Rodríguez, y así aquel delito que cometió, y el
            crimen que contra él resulta de dichos Autos: Nunca debe reputarse por tal,
            ni en clase de Ynsurgente, ni cabeza de motín, y mucho menos de acaudilla-
            dor: pues mi parte accedió concurrir por tres motibos al crimen expresado, el
            uno por haberle ofrecido paga, el otro por ser joben, y el tercero por ver que
            aquél era hombre de carácter y uno de los que visiblemente aparentaba una
            sincera virtud, por lo que mi parte en todas las cosas que intervino, según de
            los Autos resulta, no lo hizo voluntariamente ni con depravada malicia, ni con
            fines particulares, sino inducido, y con la sencillez como Joben por lo que mi
            parte debe quedar absuelto mediante la caritatiba equidad de la Justicia con-
            mutatiba, y advitraria en el caso de caerle culpa y delito, pues para patentizar
            no haber coadyubado á lo referido expondré generalmente en este mi exordio
            siguiente.
                    Por los dichos Autos de fojas, fojas, y fojas, resultan contra mi parte
            un Crimen que no puede libertarse del castigo que le ha hecho acreedor su
            delito; los hombres por mas felicidades que gozan en el Mundo, nunca están
            quietos ni contentos, y entre sus disturbios se llegan á precipitarse, y perderse
            unas veces por modos, y fines pensados, y otras inopinadamente, como mi
            parte, quién se arrojó al combate, y facción del Padre Fray Marcos á aquel ho-
            rroroso crimen digno del mayor castigo: este fue el principio de los herrores
            de mi parte, de aquí dimanó el fixarse los Pasquines, y acompañarse con José
            Rodríguez aquella noche, y otra que acaeció en la del Martes de Carnesto-
            lendas; cuyo crimen resulta contra mi parte en el volumen de dichos Autos:
            Aunque Don José Soria en su ratificación á fojas 132 buelta confiesa que sólo
            en dos ocasiones lo ha visto á mi parte ebrio agregando en su dicho que mi
            parte ha sido de buena conducta, y nunca ha dado que decir de su persona, y á
            fojas 87 aparece por cita de José Rodríguez que mi parte fue embiado por Fray
            Marcos, aun escusándose, y de la misma conformidad á fojas 92 por confesión
            de Manuel Rodríguez consta haber ido aquel en compañía de su hermano José
            á la Casa de mi parte á recombenirle embiados por Fray Marcos, conociendo
            éstos el retiro de mi parte de sus juntas á quiénes en aquel acto por el recelo que
            le acompañaba les contextó de que no había parecido por estar enfermo, y que
            mejorando iría, lo qual parece que no tubo efecto pues no hay constancia en los
            Autos de que mi parte se hubiese vuelto a unir con aquel Padre, ni los Rodrí-
            guez, por lo que es constante de mi parte, sin embargo de haber coadyubado en



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