Page 132 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen  3
                        Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
            á estado ausente de Huánuco en la pretensa de una de las varas de Decurión
            de este Ylustre Cavildo, y ¿Será excible que quien piensa ingresar á empleo tan
            honorífico quiera se le titule trahidor?. Lo cierto es que hambos testigos son
            únicos, y en todo el espacioso número de los que subscriven por disposición
            de Vuestra Señoría en el Proceso, ninguno trata de obra tan pública quales
            llamar a mi parte Capitán de Saqueadores é Ynsurgentes. Don Domingo Be-
            rrospi con Doña Josefa Rodríguez Declaran que a la primera acción de Ambo
            llebaron a mi parte forzado, el Licenciado Don Bernardo Sanches confieza
            que de regreso a Ambo lo vio con Berrospi y otros pocos asegurándole este en
            Hunguymarán al preguntarle que como le havía ydo «que de miedo y por esca-
            par la vida los havía acompañado»: Narciso Rojas en la confeción que hase en
            4 de Abril al número 12 expone que vio a mi parte y a Don Antonio Savala hir
            a pie tras de los Yndios. Don Asencio Talancha en la adición que hace después
            de ebaquada su Declaración dice que los sugetos que fueron forzados al pri-
            mer comvate se nominan Don Narciso Tafur: Quién va forzado y a pie como
            Declaran estos testigos ¿podrá ir por su boluntad en compañía de unos hom-
            bres infieles a quienes justamente se deven llamar vandidos? Podrá creherse
            igual a ellos, ó que apoye sus desconsertadas ideas un sujeto que se les decerta
            y se refugia en lo sagrado de este Comvento de San Agustín como lo confieza
            el mismo en la Tercera pregunta de la que hase en 7 de Abril?. Lo cierto es que
            las tachas expresadas que legalmente tienen Rodríguez y Espinosa, y ya se le
            huvieran provado á concordar con sus supociciones algunos del cúmulo de los
            testigos que constan del Proceso, y a no ser tan notorio é incontrastables los
            convencimientos que tienen en contra para desvanecer sus Declaraciones.
                    Don José Bodelón en la 5a. pregunta de su la suya Declara «que lo
            único que puede decir es que mi parte estubo de guardia el 23 del pasado: en
            la Plaza mandava á los Patricios que se retirasen a sus casas como vio el Decla-
            rante, sospechándolo por trahidor». Este es el sentido literal de su temeraria
            sospecha que intenta corroborarla con el quimérico cuento de su Muger de
            que mas abaxo traeré. ¿Y será crehible que en lo público de la Plaza donde
            se yva a representar una escena que jamás vieron, no huviese conocido uno
            ó mas individuos que calificasen el tan orrible crimen de trahidor que supo-
            ne?. Expreciones que totalmente fueron negadas a todos los 81 testigos que
            constan del Sumario; y por el contrario al Teniente de Alguacil Mayor Don
            Manuel Rebolo, El Regidor Don Juan Antonio Narro, y el Teniente de Ynfan-
            tería Don Antonio Pardavé lejos de haverla oído, aseguran que no sólo mirarte



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