Page 158 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Volumen  1
                               Solicitud al Virrey de provisiones de armas y reclutamiento de hombres ante la invasión
            en compañia del Presbítero Lastra, cuyo nombre ignora, en una Pulperia por
            la calle de San Agustin que llaman de Doña Maria Lobo, procuró sorprenderle
            introduciendo en dicha Pulperia se escapó saliendo para otra dicha Pulperia
            en frontera, trancando su puerta, de que así mismo se salvo por la trasera,
            quedando el clérigo en la primera Pulperia fingiendo ebrio; todo lo que supo
            el deponente por el parte que se dio el Comandante sabe el declarante que en
            la mañana del veintiuno, del que rige un Indio Alcalde de los Pueblos inme-
            diatos, y de la jurisdiccion de Huanuco a casa del Subdelegado, diciendole
            que la gente estaba pronta, y vendria a la hora señalada que sorprendido el
            Subdelegado les dijo no habia dado orden alguna y preguntandole por dicha
            orden dijo que no la llevaba por no haber tenido credito, por lo que venia a
            preguntar la verdad, sobre que prebino dicho Juez, a ese Alcalde de Indios a su
            presencia a su comun, que en la actualidad de hallaba en la Ciudad, en solici-
            tud de un Ornamento que también supo por oidas que un hombre Indio, ya
            venerable, cuyo nombre se ha ignorado, anduvo por el Pueblo de Santa Maria
            del Valle, Pillao, Acomayo y otros inmediatos de la jurisdiccion de Huanuco
            y Panataguas, repartiendo papeles, reducidos a convocar a los Pueblos, a que
            se reuniesen en Huanuco a las ocho de la mañana del dia veintitres. Que el
            Veintidos al medio dia pasó el declarante a casa del Subdelegado Don Diego
            Garcia, y presencio que Don Jose Marin, natural de dicha ciudad entregó una
            carta a ese Juez quien impuesto de ella preguntó quien se la habia dado que
            tragese a su presencia al conductor, y luego le contestó que se había ido. Que
            incontinenti el Subdelegado leyó dicha esquela al que declara, y se impuso que
            su contenido se redusca, a que habia recibido dos suyas esto es del referido
            Marin, y que estaba la gente lista, cuya esquela estaba firmada por el Alcalde
            de Santa Maria del Valle.
                    Que luego que se impuso el Subdelegado en el tenor de dicha esquela,
            libró providencia por comisionados para que los Indios de dichos Pueblos no
            se moviesen, y con el mismo objeto oficio separado al Venerable Parroco del
            Valle, que comprende una y otra jurisdiccion. Que a las diez de la noche se
            apareció en la ciudad un mozo Mayordomo de la Hacienda nombrada, Des-
            pensa, propia del Coronel Don Antonio Eehegoyen distante dos leguas, esca-
            pado por el otro lado opuesto del Rio al de Guayaupampa, diciendo ser decla-
            rada la revelion por los indios de los Pueblos citados, que habian maltratado
            a un operario suyo, y que venian en numero de trescientos mas o menos; que
            sabido esto por ser Patron el Coronel Echegoyen, dio parte al Subdelegado,



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