Page 584 - Guerrillas y montoneras durante la Independencia - Vol-6
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Volumen 6
Anexos de 1820-1825
fue confinado á esta Villa, se difundió por todo el Exercito español la noticia
de su arresto, y por esto, mirado como un Sacerdote opuesto á la causa que
defendían. El odio que por su opinion se atrajo, se aumentó con el inopinado
arribo á esta Villa del Inter de Ondores quien persuadido que su Cura se ha-
llase confinado en otra parte, y al verse conocido, figuró que emigraba por la
aproximación de las armas de la Patria, mas como su disculpa no fue creída,
al momento lo desterraron á Huancayo, y quedando Marques sujeto mas que
antes al espionaje. Sea por esto, ó por hallar motivos como atribular mas á este
benemerito Cura, lo destinaron al servicio espiritual de los Hospitales mili-
tares que por espacio de cuatro meses desempeño con esactítud y prudencia,
sin embargo de tener sus capellanes todos los cuerpos españoles. El odio que
le profesaban fue en progresión por haber predicado Marques, el año 22 de en
todas las platicas de Quaresmas contra el libertinage que iba entronisandose:
poco despues de esto se le intimó su traslacion á Huancayo en el preciso ter-
mino de dos horas, protestando el Gefe Gazcon qoe fusilaría a quien interce-
diese por el Cura.
A su regreso de Huancayo, se me comunicó orden por escrito para
que destinase de Inter de esta Doctrina al citado Cura, y poco despues me
previno el General Loriga, que yo, con la mayor reserva espiase su conducta, y
que le diese parte de sus operaciones para hacer un exemplar con el; pero no
pareciendome digno de un Sacerdote, y de un hermano ocultarle á Marques
encargo tan importante, le comuniqué para que viviese sobre si; por consultar
su seguridad y para que no se penetrase que obramos de acuerdo entablé una
tertulia en mi casa, á la que concurrían algunos confidentes del Gefe Gazcon,
para que estos no sospechasen nada, y el cura no tubiese motivo de salir de
mi casa, donde estaba alojado, pues habían protestado los españoles, que si
despues de oraciones fuese sorprendido en alguna casa de las que tubiesen
opínion de patriotas, seria fusilado. Una vecina del lugar fue puesta en prision
por suponersele ser la que remitía los partes del Cura Marques á los Gefes del
Cerro — De intento era solicitado para que ausiliase á los reos que habían de
fusilarse, con esta ocasion, figuraron poner un reo en capilla instruyéndolo
antes que le propusiese a Marques, que deseando morir bien, era preciso le
dijese cual de las dos causas era la justa; pero viendo aquel el lazo que se le ha-
bía tendido, le contestó prudentemente que en aquel transe la verdadera causa,
era la conformidad con los decretos de Dios; esta respuesta puso en libertad al
reo supuesto, y salvó á Márquez. En otra ocasion el Capitan Campal se le avocó
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