Page 108 - Guerrillas y montoneras durante la Independencia - Vol-5
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Volumen 5
Documentos de 1823
alli se refugiaban, creyó este sin duda que seria algunos de los agresores de
este hecho, y Prada que estaba en todo el calor de sus heridas tenia exaltada la
sangre, y se exedió. Prada y los demas que concurrieron á aquietar esta qui-
mera ignoraban si era la casa del Vicario; y el Tenien Garcia que fue el unico
que la conoció apaciguó lo posible todo desorden que huviese adelantadose
en una efervecencia de esta clase = Por lo que Usted me dice que se ha protes-
tado tener insubordinacion a las autoridades legitimas constituidas está Usted
seguramente mal entendido; yo que tengo el mando ahora tengo caracter para
sostenerlas y conosco cuales son: las respeto y haré respetar; y si alguno se ha
desviado de seguir esta senda, esté Usted seguro que lo castigaré como es de-
vido = El espiritu de rebolucion, ó de conspiracion que Usted me indica tienen
los pueblos de su mando, y los que no lo son, no me es estraño, por que no es
la primera vez que se tumultuan los Huanuqueños; y si en otras ocasiones han
tenido justicia para hacerlo (que no lo creo) ahora la tienen menos. Yo con-
tendré a mi tropa y oficiales en lo posible pero Usted tambien como autoridad
constituida ponga de su parte los medios posibles, para que no se insulten
mutuamente. Si hubiese conspiracion, los pueblos sentiran en su escarmiento
lo que es atumultuarse contra la tropa libertadora. El principal origen de todas
las desavenencias entre la tropa y paisanos és, que estando lleno este lugar de
mugeres corrompidas, resulta que estas se comprometen con tres ó cuatro sol-
dados, con otros tantos paisanos, y que en la competencia de qual deve quedar
dueño de casa se embriagan (vicio habitual aqui) y luego se originan las riñas
los soldados rompen cabezas, á estos se las rompen y luego bienen las quejas;
y como por estos delitos no puede imponersele la muerte al soldado, tienen
lugar los espiritus inquietos, perturbadores del orden y aun enemigos del cis-
tema á sugerir todo el fuego de su malignidad, refluyendo siempre contra la
infelis tropa que es la piedra del toque. Quitense las huaraperias: destierren-
se esas mugeres polillas é inquietadoras del orden como sucede en todo pais
culto, y cesaran estas competencias: Usted no tendra quejas, ni yo tampoco y
el orden se conservará como es devido. Creo con esto contestado el oficio de
Usted y quedará satisfecho que mis sentimientos no soi de apoyar desordenes,
si no, és demasiado filantropicos = Aseguro á Usted las consideraciones de mi
aprecio = Joaquin Dabouza = Señor Governador Don Jacinto del Risco =
Es copia.
Joaquin Dabouza (Rubricado)
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