Page 47 - Guerrillas y Montoneras durante la Independencia 4
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Guerrillas y montoneras durante la Independencia

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                    Señor Don Francisco de Paula Otero.
                    Campo en Reyes Febrero 7 de 1823.
                    Mi estimado compadre: Ya llegó el día en que Usted me vea en Reyes al
            frente del enemigo con la fuerza de 400 hombres armados: no tengo mas oficiales
            que es Fresco: este con tercianas, y por la necesidad asi como está desfallido lo hé
            puesto en marcha. Elejalde todabia me parece nobisio, por cuya necesidad me vi
            en precision encargar el Gobierno del Cerro al Coronel Peyrredon engañandolo
            lo bolberia dentro de quatro ó seis dias, pues era preciso venir arreglar en algun
            modo esta gente para evitar qualquier exeso que desacredite la opinion.
                    Usted me há ofrecido que de buelta de la montaña habria la campaña, yo
            meditando yá el tiempo procuré operar lo que me correspondia en este lado: ya
            estamos en el caso pues de que para gobernar 400 hombres no hay oficiales sufi-
            cientes: yo nunca hé sido militar, y lo que solo puedo hacer es evitar los desordenes
            y abanzar adelante Seria una gran pisotada que entrára yo en Tarma, y la gran par-
            tida de Carampoma estubiera comiendo carne con descanso tal que considero a
            los oficiales con tirisia. Usted solo se rompe el alma andando para la montaña para
            Lima, y para todas partes: bamos por conclusion saliendo de esto de una vez, que
            si Usted no biene o no da disposicion yo barbaramente boy para adelante, pero si
            logro como lo espero entrar en Tarma, ni los santos dejo: espero de su buen afecto,
            no permita mi ruina ó la de Tarma.
                    Ya considero a Usted haya recivido la correspondencia de Sierra con la
            ropa, y prisioneros que le remiti; ahora tengo aqui ocho que boy a mandarlos re-
            unir con unos tres o quatro que hay en el Cerro, y que caminen a su disposicion
            algunos bán desorejados porque a la fuerza quieren ser godos.
                    Padilla llegó al Cerro sin novedad dos dias antes de mi salida. El señor
            Villar no tiene quando benir, pues dice que su mujer está muriendose.
                    Comuniqueme Usted las cosas que por aqui se ignora todo, unos pa-
            san trabajos, y otros descanzan: asi bá todo como será. Que es lo que ocurre
            compadre entre tanto mande a este su afectisimo compadre y seguro servidor
            que su mano besa.
                                                         Custodio Albares (Rubricado)
                    P.D. Expresiones al amigo Hurtado, Milan, Velarde, Sierra y los infini-
            tos socios de Usted que salgan a las pampas - y Usted recibelas de su ahijado
            Lavao que es ya mi Secretario de Guerra.



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