Page 278 - Guerrillas y Montoneras durante la Independencia 4
P. 278
Volumen 4
Documentos de 1823
que tiene el poder le hara justicia, no puede dejar de prestarse gustoso á exe-
cutar quanto se le mande por consideracion personal al Gefe, y buen concepto
que ha tomado del Gobierno de que dimana su destino. Se le encarga pues á
dicho Comandante que sobre este particular tenga tal zelo que no dé el menor
margen á qualquiera queja, vajo la mas estrecha responsabilidad.
2° Es necesario tambien desterrar todos los odios y rivalidades que se han
sembrado en el Partido que va á mandar. (Testado: El está dividi) Sus Pueblos
estan divididos, y rivalisados de una manera muy perjudicial á la causa, y los ene-
migos solos sacan ventaja de su situacion. Por consiguiente tratará de uniformar
los sentimientos, reunir los animos, reducir los Pueblos que se nos han separado,
y contener á qualesquiera discolos que se atrevan á fomentar discordias.
3° Ya que los Pueblos de Parinacochas no pueden por ahora ilustrarse
en los principios fundamentales de nuestra regeneracion, conviene [Testado:
manifestarles] ministrarles por lo menos unas ideas faborables del buen es-
tado de nuestros negocios; que es el mayor estimulo. Para ello circulara los
impresos que lleba y se le mandaran succesivamente, cuidando que ellos sin
comprometer la seguridad si faltan a la vigilancia se introduzcan en el pais
ocupado por el enemigo.
[Testado: 4°] 5° El objeto del destino que se le da es al mismo tiempo
establecer la hostilidad y vigilancia del enemigo; y para ello haciendo uso de
la sagacidad y mas particularmente de la rectitud desinteres y puresa en el ma-
nejo, tratara de lebantar de los Pueblos edictos las Partidas de Guerrillas que
crea necesarias para cubrir los puntos que deban guardarse, y ocupar los que
sean utiles a las partidas avanzadas enemigas, para privarles de estos recursos.
6° Dichas Partidas se pondran á cargo de oficiales expertos valientes
y honrados, á quienes se recomendará con especialidad el buen trato y mira-
miento á los naturales; en inteligencia de que el Gobierno esta resuelto á no
dejar impunes los excesos de esta clase, que tanto han perjudicado la opi-
nion, y aplicar á los delincuentes una pena que exemplarise á los demas.
7° Las Partidas no tanto deben ser numerosas, pues asi son inutiles
por su inamobilidad [Testado: e inamovibles], sino selectas de la mejor y
mas honrada gente que se pueda encontrar. Un facineroso valiente podra
ser util en cierto caso; pero será mucho mayor el mal que cause que el bien
que produzca. Una Partida de veinte, treinta o quarenta hombres abanza
por lo comun mas que otra doscientos, pues su numero hace menos rapido,
277