Page 163 - Guerrillas y Montoneras durante la Independencia 4
P. 163
Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Guerrillas y montoneras durante la Independencia
Manuel Zespedes (Rubricado)
Señor Coronel Gobernador Don Pedro José Gonzales.
S. al E.
Señor Don Pedro Jose Gonzales Coronel Gobernador de Jauja en
Lima.
Del Comicionado de observaciones.
B.N.P. Mss. Correspondencia, s. cat.
1,543
El Comandante de la 6° Partida de guerrillas de la Sierra a los pueblos
de la provincia de Jauja y a los soldados del exercito enemigo.
Compatriotas! nuestros enemigos decantan como el termino de la
guerra del Perú un pequeño incidente desgraciado que nuestro ejercito ha
sufrido en Moquegua. Si ellos han quedado dueños del campo tambien han
padecido un grande, y terrible destrozo en su ejercito. Desde el principio de
la glorioza revolucion de America una constante experiencia nos há enseñado
que ellos celebran sus imaginados triunfos como verdaderos, con solo el ob-
geto de alucinarnos. Acordaos que en catorce años de guerras han celebrado
innumerables victorias; pero han perdido ya para siempre el tiranico poder
que ejercian sobre Colombia, Plata, y Chile. Y cuando el suceso de Moquegua
fuese como ellos le pintan, ¿seria esto suficiente para que arredrados deja-
semos la glorioza empreza de peIear por nuestra libertad? Aun existe en la
Capital el ejercito del Centro, terror de los tiranos, y el escollo contra el que
se han de estrellar. Estad seguros que nunca nunca faltaran á la madre Patria
verdaderos y valientes hijos, que empuñando el duro acero, se lanzen como
rayos sobre los tiranos para vengarla de sus ultrages.
Tened siempre presente que nuestros hermanos los Colombianos, Ar-
gentinos, y chilenos, despues de haber sufrido grandes y repetidos contrastes,
conducidos por la constancia, han arrostrado los peligros y la muerte, y se
han elevado hasta colocarse, coronadas sus cienes de laureles, en el templo de
la inmortalidad y de la gloria. Y si ellos han triunfado de los tiranos, cuando
estos tenian grandes fuersas navales y terrestres, ingentes aucilios de tropas
Españolas, y toda suerte de recurzos; ¿se dudará siquiera que la Republica
162