Page 653 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
P. 653
Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
por dicho Muy Ilustre Señor, para practicar las diligencias a ellos pertene-
cientes dijo, que en atención a que Don Francisco Molina y Don Francisco
Cisneros, están comprendidos en la citada rebelión, debía de mandar y mando
que para la averiguación de los delitos que hayan cometido, comparezcan a
declarar las personas que fuesen sabedoras de ellos, poniendo por cabeza de
estos autos el oficio pasado por el Señor Inspector General a dicho Muy Ilustre
Señor Visitador. Así lo proveyó y firmó Su Señoría de que certifico.
Don Benito de la Mata Linares
(rubricado)
Manuel Espinavete López
(rubricado)
[Declaración de Diego Ortigoza. Junio 4, 1781].
/.3v En la ciudad del Cuzco a cuatro de junio de mil setecientos ochen-
ta y uno, ante Su Señoría compareció Diego Ortigoza y habiéndole recibido
juramento, según derecho y prometido decir verdad, siendo preguntado al te-
nor del anterior auto dijo, que ha pocos días que el rebelde Tupa Amaro ahor-
có al Corregidor Don Antonio Arriaga , vió el declarante en Tungasuca a Don
Francisco Molina, quien le dijo estaba preso; sin embargo que el que declara
lo vió suelto andando por el pueblo y comiendo en la mesa de dicho traidor,
que éste le hizo Coronel de la Provincia de Lampa o Carabaya, que luego que
venía la gente la repartía como su Coronel dicho Molina, la plata pleitando
(sic) con la mujer del rebelde, cuando no se la daba pronto y completa, pues
decía no había de faltar nada a sus soldados, con quienes vino a Piccho man-
dándolos y oyó el testigo fue también a Sangarará. Que el citado rebelde co-
misionó al enunciado Molina, para que fuese a Sicuani a echar gente, como en
efecto ha hecho; que oyó le había nombrado dicho rebelde de Justicia Mayor
de Tinta. Que habiendo reñido éste con Molina, sin saber el que declara sobre
que, le dijo a dicho rebelde que ninguno le había servido con más lealtad que
él. Que Micaela Bastidas, mujer del traidor, se trataba de apariencia con la
de Molina y en una ocasión envió a ésta medias, Bretaña y un corte de falde-
llín. Que igualmente vió en Tungasuca a Don Francisco Cisneros, desde antes
/.4 de la muerte de Arriaga, y notó que el rebelde hacía mucha estimación a
él, dándole su mesa y cuanto necesitaba, sin duda por ser el único que tenía
652