Page 441 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            pintarle su casa por la novena del señor de Tungasuca, se la pintó, y recon-
            viniéndole por la paga, lo entretuvo diciendo esperase a que saliesen sus ba-
            yetas, y entonces le pagaría; que pasados unos días se fue a Yanaoca, donde
            se ajustó con el cura de este pueblo, don Carlos, de cocinero, y el día de San
            Carlos, con motivo de función, compuso la comida a que asistió el corregidor,
            quien se fue a pasar la siesta a casa de la cacica doña Catalina, y el confesante
            estuvo aquella tarde a una casa tras de la iglesia, donde vivió una india Tomasa
            casada con un indio José Cruz, y estando allí, vino a buscarle un criado del
            cura de Pampamarca llamado Manzano, diciéndole que el cacique de Tunga-
            suca le andaba buscando; que por qué se había ocultado, a lo que respondió el
            confesante se había venido porque no le pagaban, y el cura le había dado por
            aquél día cuatro pesos. Entonces salió a encontrarse con el cacique, quien lo
            reconvino porque se había ido su casa, y le dijo no se perdiese, y que ensillase
            un caballo para acompañar al corregidor, y fue con Tupamaro acompañando,
            y llegando a una pacheta vió prenderle, y el confesante siguió con toda la gente
            hasta Tungasuca, donde encerraron al corregidor y al confesante en un cuarto,
            a quien al día siguiente lo separaron, y vino Tupamaro a decirle se previniese
            para ahorcar al corregidor, a lo que el confesante se opuso diciendo que pri-
            mero quería morir. Luego entró Diego Ortigoza y le aconsejó que obedeciese,
            pues era orden del rey quitar a los corregidores, y que si no obedecía, ahor-
            carían primero al confesante. Después entró Micaela Bastidas, le reconvino,
            y últimamente le dió palabra de que ahorcaría al corregidor, y entonces lo
            pusieron libre, y al otro día lo ahorcó, y responde.
                    Preguntósele si le forzó el rebelde para esta acción, y dice que sí.
                    Preguntósele si ha servido después al rebelde con gusto y de su volun-
            tad. Dice que siempre ha estado forzado, y responde.
                    Hízosele cargo cómo dice ha estado siempre forzado, cuando consta
            le ha servido de su gusto siendo su capitán, enseñando su gente, y haciendo
            otros actos que indican la satisfacción con que estaba. Dice es falso el cargo, y
            aunque se le leyeron las declaraciones insistió en ser falso el cargo, y responde.
                    Preguntósele si ha hecho algunas muertes y robos. Dice que no ha he-
            cho ninguna muerte ni robo, y responde.
                    Hízosele cargo cómo niega la pregunta antecedente cuando resulta de
            estos autos lo contrario. Dice es falso el cargo, y responde.
                    Preguntósele si no ha mandado la gente del rebelde en Sangarará,
            Lampa y Piccho. Dice es cierto mandó en Sangarará varia porción de indios,



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