Page 109 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
(Al margen: Testimonio del cabildo celebrado en el Cuzco con motivo de la
noticia de la muerte de Arriaga). (Más abajo [ rúbrica del escribano Gama-
rra]).
En la ciudad del Cuzco del Perú en doce días del mes de noviembre de
mil setecientos ochenta años. Los señores del muy ilustre Cabildo, Justicia y
Regimiento habiéndose congregado los que se hallan presentes, en la sala de
su ayuntamiento, por recado ejecutivo del señor corregidor se presenció en él
el general don Fernando de Cabrera, corregidor de la provincia de Quispican-
chis, manifestando la noticia que se le había comunicado del horrible exceso
cometido por el cacque de Tungasuca, José Tupa Amaro, de la provincia de
Tinta haciendo preso alevosamente a su corregidor, el coronel don Antonio de
Arriaga, a quien dió muerte afrentosa de horca, suponiendo órdenes del rey y
del visitador general del reino; y que teniéndole en opresión le hizo antes escri-
bir cartas pidiendo a sus dependientes y cajeros, las armas de fusiles que había
en dicho pueblo de Tinta, y toda la plata sellada y labrada que tenían de su ma-
nejo y de reales tributos, y del mismo modo le precisó a escribir cartas a varios
sujetos españoles de la misma provincia y de la de Quispicanchis; en virtud de
las cuales había concurrido al dicho pueblo de Tungasuca el sargento mayor
don Juan Antonio de Figueroa, el capitán don Bernardo .de la Madrid y otros,
a quienes tiene presos el dicho Tupa Amaro, para darles igual muerte afrento-
sa; que había publicado indultos de tributos y .pensiones, con lo que tenía a su
disposición aquella provincia y conmoviendo a las circunvecinas cuyo infame
pensamiento podía extender, como ya lo tenía reconocido el dicho Fernando
de Cabrera en el semblante de los habitadores del pueblo de Quiquijana de
su provincia de Quispicanchis, cuyas noticias exponía a este cabildo y ciudad
como a capital del reino, para que se premeditasen y diesen las providencias
más prontas y oportunas a reparar los daños que puedan seguirse de tan in-
solente principio; todo lo cual oído y entendido por este congreso trataron de
su gravedad, y haciéndose cargo de ella, y que para semejantes casos deben
consultarse con los vecinos y sujetos de probidad y maduro juicio; acordaron
que sin perder un instante de tiempo fuesen llamadas a este cabildo las perso-
nas más recomendables, y se hiciese asamblea franca y abierta para oir a todos
(Al margen: [rúbrica del escribano Gamarra]) los que concurriesen, y que se
admitan los dictámenes más seguros para proceder sin pérdida de tiempo,
a tomar las providencias convenientes a tan interesante asunto. Y habiendo
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