Page 106 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
                                                         Causas criminales seguidas contra los rebeldes
            encargar a vuestra ilustrísima reponga en toda su diócesis los curas propios
            de sus doctrinas, para el mejor cumplimiento del ministerio que debe ejer-
            cer y para lo que están y estuvieron destinados [tarjado: por el patrón]. Los
            inconvenientes que persuaden a la estabilidad de dichos curas en sus doctri-
            nas, no son menos que la carencia de pasto espiritual y maltratamiento que
            experimentan todos los feligreses, a causa del mal manejo con que proceden
            los más coadjutores por la mala conducta que les comunican sus pocos años
            y menos experiencia. Estos dos motivos son bastantemente suficientes para
            que vuestra ilustrísima, atendiendo al honor de Dios [tarjado: y celo del rey],
            deba sin demora de tiempo restaurar a los curas propios, bien inteligenciando
            que de lo contrario se darán algunas otras providencias que precisen a vuestra
            ilustrísima a practicarlo.
                    También tengo por conveniente exponer [tarjado: ligeramente] breve-
            mente a vuestra ilustrísima las causas que han obligado a haber ejecutado el
            castigo que hice con el corregidor que fue de esta provincia, y el haber rebatido
            las cortas fuerzas que expidieron contra mí de esa ciudad. No ignora vuestra
            ilustrísima las extorsiones que se han experimentado en el reino por los corre-
            gidores, cuyos padecimientos han sido a todos notorios como también el (tar-
            jado: poco] ningún fruto que se ha conseguido de los innumerables recursos
            que se han interpuesto, para obviar tantas temeridades haciéndose siempre
            sordos todos los tribunales, para proveer el remedio correspondiente a cortar
            este cáncer tan contagioso. El solicitar pues el alivio no es [tarjado: ni] contra
            Dios, (tarjado: ni contra el rey, antes si] porque el derecho natural de las gen-
            tes ni el mismo Dios tarjado: [ni el rey] lo estaba. En esta atención, ni vuestra
            ilustrísima ni ningún otro habrá tenido a mal el que lo haya yo defendido, y
            por consiguiente tendrán a bien el que en adelante practique lo mismo, como
            lo protesto acreditar; pues aseguro a vuestra ilustrísima que para defensa de la
            libertad de tanto cautiverio que se ha padecido, tengo a mi disposición la ma-
            yor parte de gente del reino, como [tarjado se experimentará en] lo haré ver
            (tarjado: siempre ·que· ocurra empresas co] en breve haciéndome presente en
            esa ciudad, la que en caso de no rendirse a mis dictámenes la dejaré asolada, lo
            que podrá vuestra ilustrísima prevenir a .todos advirtiéndoles que mi ánimo
            no ha sido, ni es, perjudicar a persona alguna ni a sus intereses, sino eximirlos
            de tanta opresión; por lo que aún de antemano me llora sangre el corazón al
            contemplar el que puedan algunos, mal aconsejados, exponer sus vidas al cu-
            chillo, lo que no quisiera sino buenamente reducirlos y que no experimentase



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