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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            no solo todo su caudal sino lo mas apreciable su salud y su vida al evidente pe-
            ligro de perdicion por que salio vuesa señoría ylustrisima ostentando todo el
            espiritu de su magnanimo corazon la tarde de la invacion del rebelde a campo
            raso y aver estado a tiro de los cañones que disparaban los enemigos de lo alto
            del serro llamado Piccho donde se acamparon y al punto que se observó su
            cobarde retirada en alta voz victoreo a nuestro catolico monarca, con los que
            le acompañaron. Vuesa señoría ylustrisima tuvo armado su venerable cabildo
            y clerecía ensayandose a su vista por las tardes al manejo de las armas y por
            las noches de vigilante centinela en las torres de su yglesia y puso entredicho
            al sonoro sonido de la campana grande por que su alta comprehencion lo
            destinó para señal de la mas leve novedad que se presentase. Vuesa señoría
            ylustrisima no intimo estrechos ordenes a los curas, para que cada uno diese
            promta e individual noticia de lo que alcansase a saber o se le transluciese
            de las ideas y proyectos de los contrarios y luego que vuesa señoría ylustrisi-
            ma la tenia no procuraba zeloso precaber los riesgos inminentes y para que
            se diesen los expedientes mas oportunos, no dava puntual aviso al Quartel,
            Consejo de Guerra y aun al mismo excelentisimo señor Virrey? Si ylustrisimo
            señor, todo esto y mucho mas hizo vuesa señoría ylustrisima por defender
            la Ley y al Rey nuestro Señor. Mas como el superior orden de vuesa señoría
            ylustrisima se contrae a que contexte el importante asunto a que se reduce su
            carta.— Digo que al siguiente día que se les notificó la justisima sentencia de
            muerte al insurgente José Gabriel Tupa Amaro, a Micaela Bastidas su muger,
            Hipolito Tupa Amaro su hijo, Thomasa Tito Condemaita Casica de Acos y
            demas atrevidos, que insolentes le siguieron, vuesa señoría ylustrisima como
            verdadero Padre y Pastor de estos pobres ovejas en desempeño de su sagrado
            ministerio y a insinuacion por oficio escrito del señor don José Antonio de
            Areche Visitador General (de lo que supe por que el dia antes havermelo di-
            cho el señor Prevendado doctor don José Domingo Frias Secretario que fue
            de vuesa señoría ylustrisima) Entró vuesa señoría ylustrisima donde estaban
            estos reos sentenciados en diversas moradas y despues de haver visitado y
            consolado a algunos de ellos, llegó a la de Ypolito Tupa Amaro (a quien por
            orden de mi superior estaba yo auxiliando) asociado de los señores Prevenda-
            dos doctor don Francisco Xavier Calvo, doctor don Francisco José Mozo mi
            muy reverendo Padre Provincial Maestro frai Pedro de la Sota, el doctor don
            Eugenio Hermosa Cura Rector de la Santa Yglesia Catedral, Regente Maior de
            estudios en el Real Colegio Seminario de San Antonio el Magno, el doctor don



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