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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            repetidos edictos y combocatorias con las mismas seducciones antecedentes
            y de que caminaron testimonios en el inmediato correo y aunque aparenta fi-
            delidad y religion es conocida hipocresía hasta tomar esfuerzo y hacerse abso-
            luto dueño de los yndividuos y sus haciendas. Del mismo tenor se save haver
            despachado otros a la ciudad de Arequipa que tal vez se hallará en no menor
            consternacion. De modo que va a gran prisa ganando terreno y con él fuerzas
            el enemigo y ya las provincias no necesitan mas que o estas combocatorias o su
            noticia para enteramente subvertirse. Asi ha sucedido en la de Chumbibilcas
            cuios vecinos en la capital del pueblo de Velille acometieron a su corregidor
            don Josef Campino con tal desafuero que apenas le dieron un corto espacio
            para escapar en una cavalgadura en pelo sin saverse de fixo donde oy se halla
            y se presume haverse refugiado en Caylloma despues de robarle, disiparle sus
            bienes y el dinero de tributos que tenia dispuesto para despachar a estas reales
            cajas. A esta revelion acudieron unidos los pueblos de Santo Tomas y Quiño-
            ta y ya se cree esten los demas de aquella provincia aun sin haverse visto en
            ella el Traydor.— El veinte y uno citado se save haver pasado con sus tropas a
            los pueblos de Pichigua, Yauri y Coporaque de la provincia de su residencia
            que aun no estavan enteramente subordinados al tirano, especialmetne el de
            Coporaque cuio cacique monstraba alguna resistencia y aunque nada save-
            mos de este suceso ya se dice haver marchado por esa via al de Livitaca de la
            misma provincia de Chumbibilcas. En esta parte y sus circuitos hay bastantes
            corrillos de entidad como son el de Sahua-Sahua y Pisquicocha con el obrage
            de Ocaruma. Es consiguiente a sus deprabados designios tire a arruinar estas
            fincas y de aqui seguir su ruta para la provincia de Paruro en cuios terminos se
            hallan el obrage de este propio lugar el de Cusibamba, el de Taray y los chorri-
            llos de Amaycay y Lavaronia.— Ya de esta situacion (si su animo no es pasar a
            las provincias de Cotabambas, Aymaraes y Abancay a las que no se duda haver
            dirigido sus perfidos oficios) no le resta otra cosa que el ingreso a esta ciudad
            por que de el ultimo obrage de aquella provincia qual es el referido de Taray no
            hay mas que quatro leguas a esta. Se dexa entender, que reforzado de gentes,
            viveres y lo que encontrase en estos chorrillos y obrages, no dificulte la empre-
            sa de apoderarse de este vecindario como eficazmente pretende. Y si le conce-
            vimos con un partido formidable aun sin estas nuevas excurciones, quanto se
            le aumentará quando resuelva el proyecto de entrar en ella por el cevo del saco
            y demas alicientes. El pillage es hoy su principal objeto, por que ya extenuado
            gira por estas provincias a reacerse de fuerzas y peltrechos; toda su idea es el



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