Page 94 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
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                    El Abogado Defensor en los autos criminales seguidos de oficio ante
            la Real Justicia contra la india Tomasa Tito Condemayta, sobre el atribuírsela
            complicidad en el crimen de Rebelión con José Túpac Amaro, en que se le
            imputaba para ello ayuda de gente y arbitrios para el efecto, por lo que pide
            el Señor Fiscal se le sentencie al último suplicio; respondiendo al traslado de
            la acusación de fojas once, dice: que justicia mediante, se ha de servir Vuestra
            Señoría absolverla del todo, y caso que lugar no haya, imponerle la pena de
            relegación, lo que es de derecho.
                    El hecho se contrae a que se oyó decir que ésta auxiliaba con gente al
            rebelde José Túpac Amaro en el origen de los alborotos; que andaba prófuga,
            porque los indios de su mando pretendieron finarla; que después se la conoció
            presa, que se carteaba con la Micaela (muger de Túpac Amaro), asegurándole
            su fidelidad como consta.
                    Estas calidades prestaron margen para la solicitación fundada en la
            sumaria que la acrimina, y exponga que los aconsejantes y ayudantes, es legal,
            sufran igual pena que los factores, cuya prueba parecía en el careo establecida;
            es el todo del fundamento.
                    Es de advertir que el Rebelde se mostró sanguinario, aun con los que
            parecíanles indiferentes; notóse en estas regiones cuanto propenden para
            atraer a su partido a la gente. No perdonaba calidad ni encontrándolos re-
            luctantes, y así sucedió con Tomasa, a quien destruyó a los principios por
            repararla omisa de manera que la hostilizó en su persona y bienes, para com-
            probación de esta aserción, se halla la declaración de fojas 2 vuelta de Diego
            Ortigosa, y aunque Don Francisco Cisneros simula esta calidad era por hallar-
            se herido de las de mi clase o no haberle ocurrido.
                    El primero que es Galleguillos depone de oídas, que al principio le au-
            xilió; estos hechos no hacen fe, porque en causas de este calibre deben de ser
            las pruebas claras, y más cuando no son anticuadas y los hechos rudamente lo
            contradigan; porque aunque es incontrovertible que un testigo hace plenitud de
            probanza en las de la especie, pero es manifiesto que asegure el constarle y no
            se revista de la calidad de Galleguillos. El es en su expresión único, no se halla
            discernimiento en los que testifican, y si lo hubiere precisamente había de ser
            a su favor, implica ser del partido y anda fugitiva de los indios. Para proceder
            con exactitud en causa de tanta atención, es necesario suponer que el incendio
            de sus heredades y prisión se originó de la resistencia que encontró el Rebelde
            en Tomasa; y si ésta hubiese visto las ejecuciones de aquel malvado, le hizo



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