Page 910 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
                                                                      Conclusión de la rebelión
            de Charcas recibió, a título de suficiencia, los Sagrados Ordenes, en virtud de
            Letras Dimisoriales que le dió su Prelado Diocesano.
                    »Que incorporado con los Abogados de la Real Audiencia de Lima en
            veinte y dos de Abril de mil setecientos setenta y uno y restituido al Cuzco su
            Patria, exerció por algun tiempo esta profesion, especialmente en defensa de
            Pobres de solemnidad, y de Indios, conservando buena armonía con los Jue-
            ces, y granjeándose la común estimacion.
                    »Que en el primer concurso de Curatos de la misma Diócesis del Cuz-
            co, a que hizo oposición, le propuso el Reverendo Obispo Don Agustín de Go-
            rrichátegui atendiendo a sus apreciables prendas, y arreglada conducta, para
            el pueblo de Chinchaypuquio, del cual, precedida la Real presentacion, se le
            hizo Colacion, y Cánonica Instititución en veinte y ocho de Junio de mil se-
            tecientos setenta y uno; y en cinco de Julio de mil setecientos setenta y quatro
            le nombró por Vicario Juez Eclesiástico de toda la Provincia de Abancay, con
            plena facultad y jurisdiccion de seguir, y sentenciar las causas, y pleitos que se
            ofreciesen, en cuyo empleo le continuó aquel Cabildo, Sede vacante.
                    »Que este informó á S. M. con fecha diez y nueve de Diciembre de mil
            setecientos setenta y ocho el cabal desempeño de este Párroco en su ministe-
            rio, su diario exercicio en instruir, y doctrinar a sus feligreses, así párvulos,
            como adultos, su frequente predicacion, por ser muy diestro en el Idioma In-
            dico, su zelosa aplicacion por el culto divino, su exactitud en la Judicatura de
            Vicario, y varias comisiones que se le han dado; y finalmente su oposicion a la
            Canongía Penitenciaria de aquella Catedral, para la que obtuvo el tercer lugar
            en la nómina a S. M. por cuyo conjunto de circunstancias le considera digno
            de ser atendido para sus ascensos, como igualmente contestó el Cabildo Secu-
            lar de la propia Ciudad del Cuzco en otro informe de veinte de dicho mes de
            Diciembre.
                    »Que tambien informó el Corregidor de Abancay Don Manuel de Vi-
            llalta con fecha diez y nueve de Julio de mil setecientos ochenta y dos el es-
            mero, y conato con que ha servido a S. M. el citado Don Martín Mariano de
            Toledo, quien, luego que se declaró la rebelion del Indio Tupaamaro, reclutó
            su Feligresía, reduciendo a Quartel toda su gente, nombrando Capitanes; y
            noticioso de que dos principales Caudillos del rebelde asomaban por las Pro-
            vincias de Paruro, y Cotabambas, temiendo cundiese la seduccion, les salió
            al encuentro, poniendo crecido número de guardias, y centinelas en todos
            los cerros, y caminos, haciendo guardasen señaladamente los de su mayor



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