Page 583 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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CARTA DE LA PAZ DE DN. JUAN BAUTISTA ZAVALA EN QUE
PARTICIPA LA QUIETUD Y OBEDIENCIA DE LOS PUEBLOS
AMOTINADOS, MEDIANTE LAS ACTIVAS PROVIDENCIAS DE
LOS EXMOS. SRES. VIRREYES DE ESTAS AMERICAS
Amigo. Muchas gracias debemos despues de Dios dar a ese Sor. Virrey
por las activas providencias que ha dado para exterminar la Rebelion en estas
Provincias, en las que ha penetrado nuestro Comandante Segurola con la Co-
luna de Arequipa y con las Milicias de esta Ciudad con tal felicidad que en dos
meses no cabales ha reducido a la obediencia de nuestro Soberano toda la Pro-
vincia de Chuliamani, derrotando cuerpos muy considerables de Rebeldes en
quantos parages le han hecho frente. Este ilustre Provinciano nació en la villa de
Azpatia, y merece ser comparado con los Mariscales de Laudon, Boglio, y aun
con el gran Federico. Solo su nombre vale un Exercito, porque se hace temible
entre los rebeldes, y amable entre quantos tienen el honor de servir bajo de su
mando. Despues de todo no les faltan Emulos quienes procuran obscurecer sus
distinguidos y notorios meritos. Su desinteres ni tiene segundo; su crianza es
igual al agrado para de todo el mundo. En fin tiene prendas para ser un verdade-
ro General. Si no huviera sido por su juiciosa conducta cien veces huviera per-
dido esta ciudad, y con ella toda la Sierra, y nuestras haciendas de coca. Estas se
hallan como yo presumia hechas montes y para que puedan volver a su antiguo
estado sera preciso gastar mucho que no podrán executar algunos hacendados
por falta de medios. Yo luego que supe que el camino estaba franco, despaché
un Destacamento de mis estancias de la Puna de Indios que tengo en ella baxo
el mando de mi Sobrino Manuel Ignacio, quien con la actividad que le asiste las
va poniendo en estado de que puedan producir alguna cosa de consideración.