Page 467 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
P. 467

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            tuvieron proporcion de robar una mula, un caballo &a. con que retirarse a su
            campo.
                    El espiritu, voluntad, y celo de la oficialidad y tropa asi de la vetera-
            na, como de las milicias del Tucuman y la Paz, no me es posible ponderarlo,
            ni aun relacionar todo aquel merito a que son acreedores. No huvo desgracia
            de consequencia, aunque recibimos bastante pedradas, pues solo el capitan de
            la Compañia de San Miguel del Tucuman Dn. Miguel Sabalza recibió una de
            bastante entidad, y otra un sargento de su Compañia junto con una lanzada en
            una pierna; y aunque dicen murieron 3 Cochabambinos, no pude averiguar lo
            cierto, pero si ha sucedido no hay duda que havra sido por el robo.
                    En el interin que nosotros peleabamos con los enemigos, una partida de
            dichos cochabambinos cayo en el pueblo de Escoma, y lo saqueó sin perdonar la
            Iglesia, los vasos sagrados y ornamentos que havia en ella, matando entre otros
            al Cacique y toda su familia por robarle el dinero de tributos que anteriormente
            havia cobrado para el Rey, dexó enterrado con motivo de la última revolución.
            Dicho cacique havia manifestado su fidelidad, siguiendo asi el destacamento
            de Ybañez, como a mi durante la expedición, no obstante el abandono que ex-
            perimentó de los indios que sacó de su pueblo en nuestra ayuda, adonde havia
            pasado con motivo de nuestra proximidad con el fin de traher dicho dinero que
            se lo quitaron los cochabambinos.
                    A dicho campo vinieron a presentarse los indios de dicho pueblo de
            Escoma, y el de Carabuco, unos y otros en poco numero a proporcion de sus
            respectivas comunidades, y preguntados por los que faltaban, respondieron que
            se hallaban en los cerros, ofreciendo que los reducirian a todos, y entregarian
            las cabezas de la sublevación, por lo que se ha suspendido tratarlos con el rigor
            que merecian, dandoles treguas para que cumplan lo que ofrecen. Los de Anco-
            raymes, no han querido manifestar ninguna seña de arrepentimiento, y por esto
            se ha seguido tratandose con la dureza de antes. A Guaycho huviera convenido
            una visita, pero el mal estado de las mulas por lo que havian estropeado en las
            Apachotas, ha hecho suspender el deseo. Achacache y Marzo 10 de 1782.— Se-
            bastian de Segurola.












                                               466
   462   463   464   465   466   467   468   469   470   471   472