Page 331 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
accion sin explorar por si mismo el Campo en el enemigo, arreglándose al ge-
nio de los Yndios y medidas que toman para sus combates. El mismo confesó
que Dn. Ysidro Gutierrez havia perecido porque no accedió a su dictamen,
y faltó temerariamente al concierto que tuvieron de cojer entre dos fuegos al
enemigo.
Pero ni esta victoria, ni otras que han tenido nuestras armas nos hu-
vieran dexado tantas ventajas, si el YItm° Prelado Diocesano huviese dexado
cortar el Puente de Urubamba, como mando la Junta de Guerra perdiendo la
esperanza de mantener aquella Rivera y sus Pueblos contra los impetus del
Rebelde. Executado el auto de quitar aquel pasaje, no restaba otro por haberse
quemado los demas Puentes que hacen nuestro Comercio en la Provincia de
Calca que infaliblemente hubiera quedado a discrecion de Tupac Amaro: y lo
que es mas, ni se hubiera defendido el Asiento de Paucartambo a que se han
dirigido los mayores esfuerzos de Diego Tupac Amaro hermano del Rebelde,
que segun se dice le cedio aquel Partido para su Dominacion, y como here-
ditario a su familia. No era menor el inconveniente que se seguia de cortar el
Puente de Urubamba, pues se le franqueaba al Enemigo el paso para la Pampa
de Anta, fertil en muchas sementeras para el abasto del Cuzco, y que de alli
pasase a cortar el Puente de Apurimac, que es la unica conducta de la comu-
nicacion a Lima, y a su consequencia se nos impedian los auxilios que nos ha
ministrado el Superior Govierno.
La Provincia de Paucartambo ha sido el teatro de la mas sangrienta
guerra, pues ha sostenido diez y ocho ataques los mas vigorosos ya por Diego
Tupac Amaro que con separacion camina al frente de mas de seis mil Yndios
cometiendo muchas hostilidades: ya por Josef Gabriel su hermano; pero ha sa-
lido de sus conflictos con valor y honor dignos de eterna memoria, aunque la
Poblacion queda muy reducida y arruinada por los costados en que pudieron
obrar bastante los Enemigos. Al principio se defendio el mismo vecindario,
sosteniendo una guerra viva sin intermicion aun de las noches. El numeroso
Clero que destacó el justicia Mayor Dn. Francisco Celorio en una trinchera la
mas arriesgada y en la que murio de un balaso el Dr. Dn. Francisco de la Puen-
te, se distinguieron en las acciones el Dr. Dn. Fernando Pimentel; y el Cura de
aquella Doctrina Dn. Juan Gonzales que salieron en distintas ocasiones hasta
el mismo campo del Enemigo de quien fue prisionero dh° Cura por el espacio
de 15 dias en que pasó muchos ultrajes y riezgos de su vida. Posteriormente
los socorrió el Quartel general del Cuzco (adonde pidieron auxilio) con un
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